LETAL || Jason Todd||

Capitulo 49

Patrullas, oficiales de Hamburgo, Bomberos y personal médico de SHIELD arribaron al lugar luego del incidente. Peter se encargó de revisar cada rincón, cada ruta y pequeño espacio donde su cuerpo pudiera estar y lo hacía por la simple razón de que los ojos azules lo veían esperando alguna señal de esperanza. Estaba a lo lejos sentada con una mascarilla de oxígeno adornando su rostro, Harley estaba a su lado cuidando que no fuera a desvanecerse nuevamente.

—¿Hay algo? — Preguntó con atisbo de esperanza en su voz — Por favor Pet…

—Lo siento D, no hay ninguna firma de calor. No hay nadie con vida en esa bodega.

El labio inferior de su melliza tembló, la culpa volvió a ella tan rápido como se había esfumado mientras la ligera capa de lágrimas cubría sus ojos. Era su responsabilidad, por ella él estaba ahí, ella lo asesinó.

—Alguien… alguien debe llamar al señor Wayne — Aclaró su garganta intentando desvanecer el nudo en el

—Ya lo llame — Afirmó su padre — Deberías tomar asiento cielo, estás muy pálida.

— Yo…yo iré personalmente a decirle lo sucedido…. — Se desplazó y abrió el maletín en la mesa, sacó el arma y revisó el cartucho en ella. — Después de encontrar a esas malditas escorias.

Corrió entre la nieve pasando la cinta amarilla que la mantenía al borde del lugar, Roy estaba en algún lugar, escondido esperando no ser encontrado.

—¡Danette! — Grito Harley pero era inútil, ya estaba demasiado lejos.

—Dejala Harley, es algo que ella tiene que hacer sola — Afirmó Steve observando el cabello blanco perderse en el interior de lo que quedaba de ese lugar.

(...)

La puerta cayó gracias a la magia emanando del cuerpo de la ex arquera, el olor a cenizas y humedad impregnó su nariz de inmediato.

—¡Vamos Pops, estabas deseoso de matarme! — Estalló en un grito lleno de dolor. — Se que estas aqui maldito cobarde de mierda.

Le dolía el pecho y respirar le costaba más de lo normal, pateo cada tabla en ese lugar, cada silla y madera que se atravesaba en su camino hasta que dio con el justo el borde de la puerta contraria a donde entró.

—Hola cielo.

Las luces claras envolvieron al rubio quien ni siquiera tuvo oportunidad de moverse.

—Eres una puta basura ¿Me escuchas? — Gruño entre dientes — Una mierda que no sirve ni siquiera para respirar.

—Busca un mejor insulto Danette, eso no es nada. — Sonrió, Danette apretó un poco más su cuerpo. — ¿Cómo está Jason?

—Yo no lo mate, lo hiciste tú — Se acercó hasta su cuerpo y quedó muy cerca de el — Voy a encontrar a todo tu jodido clan y voy a asesinarlos de uno a uno.

—No eres capaz de seguir una maldita orden, mucho menos de asesinar a alguien — Escupió con odio.

—No subestimes mi dolor — Advirtió.

—¿Sabes porque te elegí? — Jadeó desde el aire. —Porque eres débil y creí que si tenía un poco de rudeza contigo podría reparte pero veo que me equivoque.

El labio de la peliblanca tembló.

—No eres más que un desperdicio de oxígeno…

Dejó su cuerpo sobre la superficie de madera y suspiró. Lo miró durante un instante antes de sacar el arma y disparar tres veces en el hombro y pecho del Capitán.

—¿Aún crees que soy un desperdicio de oxígeno, maldito bastardo? — Pateó el cuerpo jadeante de dolor y continuó caminando por el lugar.

Danette lo busco entre la nieve, el arma estaba desbloqueada y cargada, Roy era ágil, HYDRA lo preparó para el peor escenario y aún así salir con vida. Pero nadie lo preparó para lidiar con una bruja recién nacida.

El disparó se dispersó y frenó el andar del rubio.

—Si te mueves te asesino — Escupió con recelo y la voz hecha pedazos. —¿Que es esto, Roy? ¿Es mi castigo por no amarte?

La mirada azul de Roy se giró para encontrar la misma de Danette. Irritada, rota y sin un rastro de vida en ella.

—Yo no quería matarlo — Dijo en un susurró. — Pero eras tú o él.

Un disparo se clavó en su pierna, el grito estalló.

—No era tu puta decisión  — Un disparo más en el hombro — Me lo arrebataste.

—Carajo, lo hice para protegerte.

La peliblanca golpeó en la parte baja de la pierna del arquero haciéndolo caer al suelo. Roy estaba de rodillas ante la mujer más poderosa del mundo.

—Te perdone cada mentira, traición e infidelidad — Los guantes negros presionaron el cuello del chico — Cada vez que llegabas ebrio, drogado o apuñalado yo tenía que cuidarte como si fuera mi obligación. Cada vez que me dijiste que no era suficiente para ti, que nadie iba a amarme si no eras tú.

Los luceros azules se convirtieron en rojo vivaz, el arma cayó al suelo y lo único que podía percibirse desde su altura era Danette dejando que la magia saliera de ella. Fue entonces cuando Harper comenzó a temer por su vida.

—Jason era mi límite, mi alma estaba ligada a la suya permitiendo que no me hundiera en la oscuridad profunda  — Las lágrimas no paraban de caer — Pero él ya no está...

La Stark Rogers inclinó su cabeza encontrándose con la mirada del arquero.

—Y es tu maldita culpa — Lloró — No voy a matarte ahora Roy porque si lo hago estaría dándote un final digno y una paz interminable. Y no lo mereces

Las luces rojas apretaron el cuerpo del arquero nuevamente.

—Pero vas a vivir el resto de tu miserable vida esperando que vaya por ti porque lo haré y vas a sufrir Harper. Tanto que rogarás tu propia muerte.

La expresión de dolor y agonía estaba presente en cada facción de su rostro.

—Danette...— Llamó Harley — No lo vale

—Tal vez no pero al menos Jason no habrá muerto en vano — Murmuró entre dientes con las lágrimas bañando sus mejillas.

—Jason no hubiera querido que te mancharas las manos de sangre, no querría esto para ti. — La mano de su hermano presionó su brazo — Deja que se encarguen de él por ti.

Ver a Roy era tener un recuerdo constante de que siempre estuvo cerca de matarlo y no lo hizo cuando podía. La magia volvió a ella dejando caer el cuerpo herido del director de ARGUS a su paso.

—Tienes dos minutos para desaparecer de mi vista antes de que cambie de opinión — Escupió contra el ojiazul — Es una promesa Roy, recuerdalo.

Ni siquiera se aseguró de que Roy enserio se fuera, simplemente se giró y comenzó a caminar en dirección a donde estaban los demás.

Mi Danette está tan hecha pedazos que ya no es capaz de sentir dolor.
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