LETAL || Jason Todd||

Capítulo 36

Steve se movió entre las masas y observo de lejos aquello que durante tantos años cuido. Tony estaba cerca de un vivero y a lo lejos podía apreciarse lo agotado que se le notaba y con todo lo que pasa en su entorno como no estarlo. Danette había vuelto y con ella arrastró todo el drama y los ojos del mundo a su familia quitándole la posibilidad de pasar desapercibido entre ellos. Más de un escuadrón patrullaba las calles de Nueva York, la mansión Stark, el complejo de los vengadores, Stark Industries e incluso los departamentos de sus hijos fueron custodiados por mera seguridad. Steve no tenía manera de contactar a su esposo, hacerle saber que nada de eso tenía que ver con él o al menos hacerle creer aquello porque tener a Tony en contra era no tener ninguna oportunidad con el.

Steve amaba a Tony con una fuerza inimaginable, lo admiraba y veneraba de la mejor manera existente, cada parte de su cuerpo lo anhelaba pero el único detalle es que Tony jamás abandonaría a sus hijos para huir con el.

— Señor encontraron a Wilson — Dijo uno de sus agentes cuando tomo asiento a su lado.

— ¿Dónde? — Escupió sin quitar los ojos de su esposo.

— Está muerta — Steve suspiró con pesadez — La encontramos en un bote con residuos de ácido. Victoria y las chicas se irán está noche a Berlín por seguridad, no sabemos qué más pueden hacer.

—¿Qué saben de Danette? — Pregunto con algo de asco en su tono.

—Nada señor, están llevando sus investigaciones de forma privada y nos hemos quedado sin agentes adentro.

Steve bufó y se perdió en sus pensamientos una vez más, nada le estaba saliendo como debía y tenía que comenzar a tomar decisiones drásticas.

(...)
Veinte horas antes.

El ojiverde paso entre los agentes disculpándose en el proceso por no ver bien el caminó, Adam por fin entregó los primeros reportes con el diagnóstico de Danette y debia leerlos antes de irse al otro lado del mundo con ella, pasó por la oficina de conferencias dónde Tony buscaba paz cuando el mismo lo llamó desde el interior.

— Jason ¿Tienes un momento? — Gritó.

El castaño frenó su andar de repente, se quedó en silencio y retrocedió lentamente para entrar a la pequeña oficina.

—¿Hice algo? — Cuestionó el mismo cerrando la puerta.

Tony suspiró y sacó el sobre con la solicitud encima.

—Imagine que se lo dirían antes que a mí. — Sonrió con ironía y tomó asiento en la silla continúa.

—Es un centro demasiado costoso — Mencionó viendo al chico — No es que no pueda pagarlo pero debo arreglar los desastres que hizo estos tres meses primero y no la quiero tan lejos de la familia.

—No estoy diciendo que lo pagará usted, Señor Stark — Jason se plantó firme al millonario — Quiero su recuperación más que nadie aquí pero en este lugar solo incrementa su nivel de estrés, sabe que analizan cada movimiento que hace y no es justo.

—¿Quieres llevarla lejos por eso?

—Quiero llevarla lejos porque solo así podré verla reír de nuevo y quiero verla brillar tanto como para iluminar toda la jodida habitación y eso solo va a pasar si la saco de aquí. — Tomo aire — Hablé con Bruce de esto y...

—No dejare que tú padre pague la rehabilitación de mi hija, Jason. — Interrumpió.

Los ojos verdes se clavaron en los oscuros de Tony.

— No es él, el dinero es mío.

—Dinero que seguramente sacaste de tu padre— Jason hizo una mueca y se sentó derecho en su silla.