Recordando una fecha que no debería

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25 años

Esa sería tu edad si aún estuvieras aquí.

Te conocí hace 10 años. Te he llorado 7 años. Te he extrañado por 6 años.

Dime, ¿Por qué pasa el tiempo y yo aún no te olvido?

Tal vez sea porque casi lo hice cuando hace dos años me pregunte si algún día podría vivir sin pensar en el día de tu cumpleaños, pero, ¿Qué pasa si el destino aún quiere que te siga recordando? ¿Y quién soy yo para ignorarlo?, tal vez es por eso son las 10:49 de la noche de un sábado 11 de mayo y estoy escribiendo una vez más sobre ti.

No me sale ninguna palabra después de lo que pasó y cada vez que lo intento de mis ojos brotan lágrimas que llegan a mis oídos y me hacen recordar lo triste que fue perderte para siempre.

Fuiste la persona más extraña y maravillosa que he conocido en mi vida, pero me hiciste sentir que cada cosa que toco se contagia de tristeza, porque todo ha terminado y es irreversible como intentar recuperar algo perdido en el mar.

Perder a un buen amigo nunca es fácil, en especial cuando no entiendes porque lo perdiste.

¿Acaso no estaba destinado a ser que vivieras por más tiempo? 

¿Alguna fuerza te arrebató de mí?

¿Acaso esto pasó porque no recé por ti lo suficiente?

Todo lo que te deparaba se ha convertido en cenizas y lo único que puedo hacer es seguir repitiéndome las mismas cosas que ni yo misma me creo.

¿Acaso estás en un tipo de cielo muy lejano que no te hace recordarme?

Porque yo casi siempre me acuerdo de ti, en cualquier lado, en cualquier momento, día, noche.

Mirando al cielo lleno de estrellas me pregunto, ¿Me vez aún? ¿Me extrañaras tanto como yo lo hago?

Mi viejo amigo felices 25 años, desearía que supieras que tú fuiste más grande que el cielo y más que un solo breve instante.

Y yo sé que tengo mucho por lo cual lamentarme, pero me lastima no conocer lo que podría, lo que hubiera y lo que deberías haber sido tú.



Mayo 11, 2024

nobody thinks what you think, no oneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora