Gliese - Kookmin (+18)

Capítulo 16

— ¿De verdad quieres saber por qué he hecho todo eso?— interrumpió Jungkook mientras daba un paso hacia adelante, acercándose un poco, mirando a Jimin con ojos de culpa por haber provocado dichos pensamientos negativos en el hombre por el que se sentía atraído.— Porque de verdad, yo nunca me burlaría de ti... jamás.

El pelirosa observó la honestidad que la mirada de Jungkook le transmitía, casi logrando bajar su guardia, pero no lo dejaría.

No podía dejarlo.

A pesar de toda la ayuda recibida, él no podía abrirse.

Nunca.

— ¿Qué está pasando contigo...? Sé que no nos conocemos tanto pero... — preguntó en exigencia el príncipe y Jungkook solo soltó un bufido.

— ¿Acaso no es obvio, su majestad?— preguntó el pelinegro mientras se mordía el labio inferior, sincerando su corazón y esperando recibir algo positivo una vez que dijera la verdad, sintiendo su pecho calentarse como un volcán a punto de hacer erupción.

Por su parte y sintiéndose un tanto asustado, el pelirosa recordó las palabras que Taehyung le había dicho esa misma tarde y comenzó a negar con la cabeza. 

Eso no podía ser cierto. 

Jungkook no estaba a punto de decirle eso, ¿verdad?

Era una completa tontería, no era posible. 

Y honestamente, Jimin no quería lidiar con ello. 

— ¿De verdad no comprendes por qué te he dicho todas esas cosas?— río un poco, y llevó una mano a su cabeza para sacudir su cabello tratando de calmarse.— O al menos lo que he intentado decirte, porque sé que me puse nervioso y...— Jungkook admiró el rostro del príncipe y soltó una sonrisa ladina.

— ¿Cómo no ponerme nervioso sí eres tan...— el pelinegro no terminó de decir su oración, sin embargo, optó por dar un paso hacia delante, queriendo tantear el terreno, buscando saber sí era correcto acercarse más, el ojiazul no pareció tener alguna objeción al respecto así que eso solo le dio más valor a Jungkook para decirle lo siguiente:

— Yo solo quería que me notaras... de la misma manera que te noto a ti...— soltó de manera pausada, esperando que Jimin entendiera a que se refería.

El príncipe quedó estático al escuchar esas palabras, mirando a Jungkook de manera aturdida y haciendo su mejor esfuerzo para que no quedara al descubierto sus reservados pensamientos.

Mientras tanto, a un costado de ellos, se escucharon unas pequeñuelas pisadas dándole bienvenida a un Calico que sostenía una catarina moribunda entre sus esponjosas manitas, este tenía el rostro preocupado y quería que su dueño hiciera algo al respecto, pero una vez que estuvo a unos escasos dos metros de distancia detuvo su recorrido al observar la expresión en el rostro de su dueño por lo que prefirió simplemente contemplar lo ocurrido frente a él.

— ¿Buri, buri?

Sin notar la presencia de la mascota de su majestad, el doctor continuó hablándole a Jimin sobre su sentir, esperanzado de obtener reacciones positivas ya que en estos momentos era complicado descifrar lo que sucedía en la cabeza del príncipe.

— Su alteza... no puedo sacarte de mi cabeza, todo el día estás aquí.— señaló su cien con su dedo índice.— Y no me sorprendería en lo absoluto si te atrevieras a llegar aquí...— recorrió su mano hasta llegar a su pecho, alcanzando su corazón.