Capítulo 10

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Jungkook tenía la oreja pegada en la puerta donde se estaba llevando a cabo el interrogatorio, el oficial de seguridad que se encontraba resguardando la sala lo miró con una ceja alzada, curioso ante lo visto.

Al pelinegro, no le habían permitido la entrada a la sala ya que, solo puede ingresar la o las personas que serán interrogadas. El joven doctor estaba perdiendo la paciencia al saber que Jimin ya llevaba aproximadamente cuarenta minutos dentro, lo cual era bastante tiempo para solo un par de preguntas de rutina, la curiosidad también lo estaba matando así que no dudó ni un segundo en acercarse a la puerta y poner su oreja para saber si el pelirosa se encontraba bien y gracias a ello, logró enterarse de algunas cosas que él no sospechaba en lo absoluto.

El hombre de seguridad carraspeó su garganta y giró su cuerpo hacia el azabache, dispuesto a detener sus acciones. — Doctor Jeon, ¿por qué mejor no espera al joven en...?

— ¡Shh! No me dejas oír.— espetó el pelinegro batiendo su mano en regaño.— Necesito saber que más está pasando, además... ¡Oh!

Jungkook se sobresaltó cuando la puerta se abrió y Jimin salió de ella, observó la posición del doctor y frunció el ceño.

— ¿Estabas espiando?— preguntó cruzándose de brazos.— Eso no es de buena educación.

Jeon fingió sentirse ofendido por aquel comentario. —¡No estaba espiando!

— Sí estabas.— afirmó el guardia de seguridad y no pudo aguantar la risa al ver la mirada fulminante que le dio el joven pelinegro.

Jungkook se reincorporó y tomó del brazo a Jimin para alejarlo de ahí, restándole importancia a lo sucedido, no sin antes dedicarle una mirada de pocos amigos al guardia de seguridad.

—Uh... yo no hice eso... eh... — rascó su nuca un poco apenado.— ¿todo bien, verdad? ¿cómo te sientes?

Jimin metió sus manos en los bolsillos traseros de sus jeans y se alzó de hombros.— No tienes que fingir. Escuchaste todo o gran parte, ¿no es así?— Jungkook hizo una mueca, confirmando.

— Me alegro que solo hayan sido las mismas preguntas de rutina...— hizo una pequeña pausa.— Pero... lamento mucho que tú y tu gente hayan pasado... por eso...— suspiró.— Lamento también lo de tu padre... y lo sucedido con la otra nave.— El príncipe solo se limitó a morder su labio inferior y lo observó con la mirada un tanto decaída.

— No sabes lo que es...— el ojiazul comenzó a caminar sobre el pasillo, dejando atrás al pelinegro.

Honestamente no tenía ganas de conversar con nadie...

Y bueno, efectivamente en aquel interrogatorio solo le hicieron preguntas de rutina, sin embargo, tuvo que explicar todo lo sucedido en Gliese y hablar de ello fue como volver a vivirlo.

Por supuesto que le seguía doliendo.

Por supuesto que seguía odiando donde se encontraba ahora mismo.

Por supuesto le molestaba la idea de que todo en su vida tuvo un cambio drástico por culpa de la Reina.

Y lo menos que quería, era escuchar algunas palabras de lástima.

— ¿Qué?— Jungkook preguntó confundido mientras le seguía el paso al ojiazul.— Hablo en serio, lo siento mucho. Debió haber sido muy difícil, siento que...

— Jungkook.— Jimin se detuvo y se giró para mirarlo directamente a los ojos.— No necesito de tu lástima en estos momentos.— soltó un suspiro pesado.— Te agradezco que me hayas acompañado pero te lo dije, esto no quiere decir que tú y yo seamos amigos o algo por el estilo.— el pelinegro expresó con sus ojos un dejo de tristeza.— Tal y como pudiste escuchar, ¿por qué eso también lo escuchaste, cierto?— rascó su frente, cansado.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora