Capítulo 4

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El guardián de cabello azulado repartía pequeñas cantidades de agua en vasos hechos de papel a los Gliesianos que se encontraban dentro de la nave, tenía incluso que ayudar a algunos de ellos a beberla ya que su estado de shock debido a lo sucedido les impedía mover sus articulaciones de forma correcta.

Aún seguían temblando. Aún estaban mal.

¿Y cómo no estarlo?

Habían presenciado con sus propios ojos mucha violencia y muerte; criaturas devorando todo a su paso, enemigos asesinando sin piedad...

¿Acaso había palabras de consuelo que sirvieran en este momento?

Por supuesto que no.

Ni siquiera sabían que rumbo estaban tomando en estos momentos, la nave continuaba un curso desconocido en la galaxia y todavía no podían encontrar alguna señal de un planeta habitable para poder refugiarse en él.

Todo el ambiente dentro del lugar se sentía pesado, se sentía tristeza, desesperanza y mucha incertidumbre.

¿A dónde llegarían?

Taehyung regresó a la pequeña sección de provisiones que las naves contenían para tomar de igual forma, un trago de agua antes de llenar otro vaso más y caminar hacia su amigo, quién miraba el gran ventanal de la cabeza de la nave, todavía con su espada en mano y con lágrimas silenciosas deslizándose sobre su rostro.

El joven guardián acercó el vaso hacia el pelirosa, esperando que lo tomara.

— Su majestad...— llamó Taehyung.— Aquí tiene un poco de agua.

Jimin visualizó de reojo el pequeño vaso y lo tomó, tragándose todo el líquido. Al terminar, limpió la comisura de sus labios con su manga y arrugó el vaso con mucha fuerza. Al observar la acción, su amigo hizo una mueca y lo miró afligido.

— Jimin... ¿cómo estás?

— Bien... estoy bien, Taehyung.

Taehyung lo observó detenidamente, una lágrima deslizándose por centésima vez, soltó un suspiro y retiró uno de sus guantes negros; colocó su mano desnuda sobre la mejilla de su amigo y cerró los ojos por unos escasos segundos.

Al revisar lo que estaba sucediendo con su alteza real, no dudó en rodearlo de los hombros con sus brazos, apretando lo suficiente para transmitir algo de apoyo.

— No tienes la culpa de nada, Minnie...

Jimin tragó saliva.

Como odiaba que Taehyung lo leyera.

— Sí lo es... sí tan solo no fuera demasiado débil...— apretó con fuerza la empuñadura de su espada.— Pudimos haber ganado... ¡claro que pudimos haber ganado!— Jimin se alejó del agarre de Taehyung y lo encaró, su rostro arrugado por el dolor de haberlo perdido todo.— ¡Es mi culpa, Taehyung!

Los pobladores sobrevivientes prestaron atención al escuchar el alarido del príncipe.

— Ellos nos superaban en número y nos tomaron desprevenidos. ¡No podíamos hacer nada! Jimin, el rey...

— ¡Mi padre murió, Taehyung! ¡Muchos Gliesianos murieron! ¡Incluso mujeres y niños!— tragó saliva antes de continuar.— Taemin se sacrificó... ¡No quedó nada de nuestro hogar! Y ellos...— miró a los tripulantes que lo observaban con tristeza en sus miradas.

Les estaba doliendo ver a su majestad en ese estado.

— Y ellos...— Jimin soltó su espada y colocó sus manos en la cintura, mirando hacia el techo mientras trataba de detener su llanto.— No puedo ni siquiera curarlos...— regresó su mirada a Taehyung.— Soy demasiado débil, soy un príncipe indigno, incompleto. Un espurio... el peor...

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora