Capítulo 1

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Constelación de Libra.

Planeta Gliese.

A 193.81 billones de kilómetros de distancia de la Tierra.


El atardecer envolvía aquel diminuto planeta, el cielo se había teñido de un hermoso carmesí y el aire comenzaba a azotar sobre los alrededores, provocando aquellos movimientos en las copas de los árboles púrpura.

Un joven guardián de cabello azulado caminaba por el campo de entrenamiento con su espada en la mano, el lugar se encontraba demasiado silencioso, como siempre; el único ruido que podía percibirse era el de sus botas raspando las piedras conforme avanzaba.

Con la mirada, logró localizar una enorme piedra y decidió acercarse lo suficiente para sentarse ahí mientras esperaba a su amigo. Apoyó sus codos sobre sus rodillas mientras tarareaba una curiosa melodía y rascaba ligeramente el cuero de sus guantes negros, no pasaron ni más de cinco minutos para que el peliazul escuchara el sonido característico de una espada siendo liberada de su vaina y unos pequeños y adorables gruñidos provenientes del mismísimo y adorable Calico.

Taehyung sonrió, se levantó y giró su cuerpo mientras apuntaba su espada a la persona que llegó al campo.

— Esta vez no seré delicado con usted, su majestad.— comentó el peliazul.

— Nunca te pedí que lo fueras, Taehyung.— respondió su alteza.— Calico, no te acerques tanto, puede ser peligroso.

El pequeño animalito observó a su dueño.— Buri buri.— contestó mientras movía sus patitas rosadas y se alejaba lo suficiente.

Jimin, el príncipe heredero al trono de Gliese, se quitó la capa que caía delicadamente sobre su hombro y la lanzó al suelo, se posicionó de forma elegante juntando sus pies formando una v mientras alzaba su espada, el arma era larga y pesada pero el pelirosa la sostenía como si fuera el objeto más ligero del mundo.

— Cuando lo desees acércate, mi querido guardián.— pronunció Jimin con una sonrisa ladina.— No tengas miedo.

— No lo tengo, su alteza.

Ambos jóvenes se miraron fijamente y giraron sus espadas un poco para dar comienzo al duelo, Taehyung fue el primero en atacar, moviendo la espada hacia el príncipe, pero este se giró con el brazo en su espalda y su arma chocó con la suya.

Jimin sonrió y se giró nuevamente para comenzar a contra atacar, la tierra del suelo comenzaba a provocar mucho polvo mientras los dos amigos se movían uno contra el otro buscando la victoria en ese encuentro.

El pequeño Calico observaba la batalla con una sonrisa mientras sacaba su lengua, no fue hasta que el sonido de un pequeño pío llamó su atención, se giró sobre sí mismo para darse cuenta del ave que estaba intentado volar, la rosada criatura se le quedó mirando con ojos abiertos por varios minutos hasta que un ligero estruendo metálico lo hizo estremecerse un poco y regresar su atención a los dos muchachos.

— ¡Gané!

Calico observó a Taehyung con todo su trasero en el suelo, las manos sobre la tierra, un rostro sudado, agitado y su espada a dos metros de él. Jimin apuntaba su estoque de metal al pecho contrario y sonreía orgulloso.

— ¡Woah! ¡Eres increíble, Jiminie!— espetó Taehyung entre jadeos por el cansancio y soltó una ligera risa.— Cada día es más difícil ganarte.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora