Advertencia: barebacking = a pelo.
Acompañado de una débil y tenue luz en la esquina, Jimin ojeaba un libro relacionado a la historia de Corea en la sala de usos múltiples de la base, aunque sí debía ser completamente honesto, no estaba prestando la atención suficiente a todas aquellas letras que estaban plasmadas.
Pensó por un momento dejar el libro e ir a buscar a Calico o a Taehyung pero en realidad tampoco se encontraba con mucho ánimo; sabía que Jungkook probablemente estaba ocupando sus días libres para hacer alguna clase de pendiente que tuviera en su casa o con su padre pero eso no quitaba el hecho de que se sintiera apagado porque realmente quería pasar tiempo con el pelinegro.
El príncipe no se consideraba alguien desesperado, demandante o dependiente, él era todo lo contrario, sin embargo, le encantaba estar junto a Jungkook, platicando sobre diversos temas, conociendo más sobre sus lugares de orígenes, divirtiéndose, riéndose y claro, besarse y experimentar el placer de estar físicamente con la persona que quieres por lo que no podía negar que extrañaba al doctor.
Jimin soltó su décimo suspiro y cerró el libro que tenía entre manos, casi aventándolo hacia la mesa y mirando la soledad que cubría la sala de usos múltiples, estuvo a punto de levantarse de su lugar cuando un ruido peculiar llamó su atención; se trataba de Calico.
Su rosada mascota entró a la sala y entre su ligera torpeza al querer acelerar el paso, dejó caer la cajita que tenía entre manos, sin embargo, la recogió inmediatamente antes de sonreírle a su dueño y caminar hacia él.
— ¡Buri, buri! ¡Buri, buri... buri!— platicó el pequeñuelo mientras se dirigía al príncipe y le mostraba la pequeña cajita y estiraba su mano para que su dueño la tomara.
— ¿Es para mí?— expresó extrañado.
— ¡Buri, buri!
Una vez que tuvo la cajita entre sus manos la abrió con curiosidad encontrándose con una pequeña nota y una llave.
— ¿Umh? ¿De qué se trata esto Calico?
— ¡Buri, buri!— Calico incitó al ojiazul a que leyera el contenido de la nota, haciendo señales como pudo con sus diminutas manos.
A pesar de sentirse un poco dudoso, Jimin abrió la nota y comenzó a leer lo que venía escrito, su semblante cambiando completamente mostrando ahora una sonrisa soñadora.
"Su alteza, deje que el valiente y audaz Calico lo guíe hasta el sendero de la planta alta del castillo, verá una puerta de color gris, use la llave para abrirla; su carruaje terrícola lo estará esperando."
El rostro del príncipe se iluminó completamente mientras se mordía el labio, sabiendo perfectamente quién era el autor de esa nota. Tomó la llave de la caja y la guardó en su bolsillo antes de asentirle a Calico con la cabeza quién ya se encontraba en posición de soldadito y le indicaba a su dueño de que era momento de seguirlo.
Jimin y Calico comenzaron a caminar sobre los pasillos de la base, cruzaron un par de corredores hasta llegar a la planta más alta, el pelirosa nunca había estado en aquella zona por lo que se encontraba expectante. Luego de unos segundos y dos giros más hacia la derecha, ambos encontraron la puerta grisácea que fue mencionada, de su jeans oscuros, el ojiazul sacó la llave y la ingresó, logrando escuchar aquel peculiar sonido y adentrarse en lo que parecía ser el estacionamiento B de la base.
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Gliese - Kookmin (+18)
FantasyEscapando de su hogar por culpa de una guerra, el príncipe Jimin y su gente llegan a un planeta completamente desconocido llamado Tierra. El pelirosa se promete a sí mismo no tener ningún tipo de relación con nadie en aquel lugar, sin embargo, el pr...