Capítulo 25

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Con la estruendosa lluvia aun cayendo sobre sus cabezas y desconociendo el paradero de Taehyung y Seokjin (que seguramente se marcharon para ir a hacer cositas de pareja) Jungkook y Jimin pasaron al menos veinte minutos corriendo sobre las calles de Busan hasta poder llegar a la casa del pelinegro y refugiarse de la precipitación.

El pelinegro abrió la puerta de su casa y entró en ella mientras sostenía a Jimin de los hombros quién temblaba del frío por haber estado bajo aquel clima durante tanto tiempo. Jungkook prendió las luces de una de las paredes y supuso que su padre probablemente había caído rendido ante el sueño ya que no hubo ningún tipo de reacción dentro de la casa ante los ruidos y rechinidos de los zapatos mojados.

Subieron por las escaleras con mucho cuidado, entraron a la habitación que le pertenecía al joven médico y cerraron la puerta para tener más privacidad. Jungkook se notaba un tanto nervioso y con el corazón aun latiéndole al mil por hora porque no podía creer lo que había sucedido hacía apenas una hora; que su príncipe haya ido a buscarlo y haya confesado sus sentimientos hacía él.

De igual manera, sentía una dicha muy grande al saber que ahora sí tendría la posibilidad de estar junto a Jimin y demostrarle lo mucho que le importaba.

Demostrarle que merecía ser querido.

Él no dudaría en hacerlo feliz a cada segundo.

El pelirosa visualizó la habitación del pelinegro de manera curiosa, girando su cabeza en repetidas ocasiones mientras se abrazaba así mismo con sus brazos para después encontrarse con el escritorio del pelinegro y observar algunos retazos de una serie de materiales que le parecieron bastante familiares, Jimin sonrió.

— La esfera.— tocó el pequeño sobre con diamantina rosada.— Te quedó preciosa.— comentó mientras volteaba a ver a Jungkook quién buscaba ropa seca y limpia en su pequeño closet.

— ¿Uhm?

— Sí, la esfera que hiciste, la vi.— hizo una pequeña pausa, enrojecido.— Mi pequeño palacio de Gliese.

— ¡Oh! ¿La encontraste?— Jungkook se giró para observar al príncipe, se mordió el labio mientras dejaba las nuevas prendas de ropa en la cama y se acercaba a él.— Dios, que vergüenza eso quiere decir que...—hizo una mueca cuando llegó hasta él.— ¡Lo siento por no habértela dado en persona! Es solo que yo, yo estaba muy...

Jimin negó con la cabeza y le regaló una sonrisa comprensiva, tocó la mejilla ajena con suavidad y se colocó de puntitas para depositarle un suave beso en los labios.

— No, no te disculpes. Me encantó.— afirmó con seguridad dando un segundo beso.— Y eso que pasó... no te preocupes por eso.

El azabache le sonrió de regreso, completamente embelesado por los labios contrarios.

— Woah... esto se siente muy bien.— pronunció en un susurro.

— Estoy de acuerdo.— afirmó de igual manera el príncipe mientras volvía a dejarle otro beso en los labios, esta vez más duradero que los primeros.

Jungkook no se resistió a tomarlo de la cintura para acercarlo más a él, completamente encantado y enamorado, poniendo más presión en ese beso que sabía a gloria, capturando su labio inferior con ganas.

— Debemos... debemos quitarnos la ropa...— pronunció el pelinegro cuando rompió el beso, hablando cerca de la boca contraria y mirándolo inclusive con devoción.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora