Los días posteriores al encuentro de Jimin y Jungkook en el comedor de la base no habían sido mejores, el plan de cortejo que el pelinegro había iniciado no estaba rindiendo los frutos esperados, en especial, debido a lo sucedido con anterioridad.
Buscando corregir su error y teniendo la esperanza y fortaleza de mejorar, el joven médico decidió continuar con su objetivo y esta vez, se prometió a sí mismo que no se equivocaría.
Jungkook haría todo lo posible para que las cosas salieran bien, ignoraría su catastrófica personalidad y se dedicaría a ser el hombre que Jimin merecía.
Pff, por supuesto que no iba a cometer otra estupidez.
No podía fallar dos veces ¿cierto?
El día pasó demasiado lento para el azabache a pesar de que tenía que elaborar decenas de fichas médicas, culpó por supuesto, al nerviosismo que atravesaba su cuerpo al saber que, al terminar su turno, buscaría a Jimin para recitarle un hermoso poema que encontró en un sitio web, siguiendo por supuesto, otro de los consejos que había anotado en su libreta.
¿Quién podría resistirse a un poema lleno de versos y estrofas que hablan nada más ni nada menos que de la belleza incomparable de la persona qué va dirigida?
Pasaron alrededor de tres horas más para que Jungkook terminara su turno, se despidió de sus colegas y se dirigió a los vestidores del área médica para cambiar sus prendas, dobló su bata a la perfección y la dejó un cajón, tomó una camisa negra, se la colocó y arremangó el pedazo de tela hasta sus codos, roció un poco (mucha) loción sobre su cuerpo y se aseguró que su cabello estuviera decente, observó su persona por un par de segundos antes de suspirar y mover sus hombros para relajarse.
— Oh, hey, Jimin...— practicó haciendo una serie de muecas atrevidas sacadas de aquellas viejas producciones noventeras de bad boys.— ¿Cómo está el príncipe más lindo de Gliese y este mundo?— guiñó un ojo al espejo.— ¿Bien? Me alegra saberlo. Yo también estoy muy bien, gracias por preguntar.— imitó las posibles respuestas.— ¡Oh! ¿Mi loción? ¿Te gusta? ¡Ja! Cuando quieras te la presto... ¡digo digo!— sacudió su cabeza al olvidar su dialogo.— Cuando quieras te la muestro...¡Ja, ja, ja!
Oh Dios.
Esperemos todo salga bien para Jungkook...
.☆.。.:・゜☆゜・:.。.☆
En la zona de entrenamiento, Jimin estaba encargándose de colocar algunos objetos tales como redes, boyas de plástico, señalamientos y algunos otros objetos que necesitarían los militares para su rally de destreza corporal y ejercicio cardiovascular el día de mañana, su rostro derramaba gotas de sudor debido a que el campo era enorme y llevaba alrededor de cuatro horas haciendo lo indicado, no podía negar que se encontraba bastante cansado y sobre todo hambriento.
Jimin se agachó un par de segundos para amarrar las agujetas de sus botas para evitar una caída, al finalizar se levantó y retiró el sudor de su frente con el dorso de la mano, agradeció mentalmente que durante toda su vida en el planeta Gliese se dedicó a entrenar junto a Taehyung y no se limitó a realizar solo sus labores como príncipe (que no eran tan rigurosos) porque de otra manera, se sentiría extremadamente fatigado al realizar su oficio con el sol a todo lo que da.
Posteriormente, el pelirosa alzó su mirada al escuchar una serie de pasos un tanto torpes acercándose hacia él encontrándose así con Jungkook, quién lo miraba con unos ojos llenos de coquetería y una vestimenta moderna y atrayente.
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Gliese - Kookmin (+18)
FantasyEscapando de su hogar por culpa de una guerra, el príncipe Jimin y su gente llegan a un planeta completamente desconocido llamado Tierra. El pelirosa se promete a sí mismo no tener ningún tipo de relación con nadie en aquel lugar, sin embargo, el pr...