Capítulo 38

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Pum pum pum pum...

Esos ojos rubí.

Esa sonrisa malvada.

Toda ese semblante frío y distante.

¿Realmente se trataba de Jungkook?

Porque parecía otra persona.

Un desconocido.

Pum pum pum pum...

— ¡Jungkook! ¡Alto!

¿Qué era lo que estaba sucediendo?

¿Cómo fue que Jungkook logró hacer eso?

— ¡AHHHH! ¡A-AYUDA!

Pum pum pum pum...

Entonces... ¿Taehyung tenía razón?

No lo podía creer...

— ¡Jungkook, suéltalo! ¡Lo estás matando!

Pum pum pum pum...

Un dolor fuerte en la cabeza.

Un zumbido dentro de sus oídos.

Una voz hablándole entre lágrimas.

— No me rendiré, yo seguiré buscando a mi hijo y asesinaré al príncipe...

Pum pum pum pum...

Jungkook cerró los ojos y soltó al soldado que estaba sosteniendo por el cuello, cayó al suelo colocando sus palmas sobre el asfalto mientras intentaba relajar su respiración, observando como gotas de sudor resbalaban y caían con rapidez.

Con la mirada llena de terror, Jimin llegó hasta donde se encontraban ambos jóvenes, dirigiéndose principalmente a Jackson quién yacía en el suelo con los ojos abiertos y el cuello deshecho por las quemaduras.

— Estarás bien, estarás bien, estarás bien.— pronunció el príncipe con desesperación al momento de arrodillarse y colocar su mano en el cuello del soldado, sin importarle que esta se llenara de sangre.

Observó a Jungkook por un segundo con los labios temblorosos y el ceño fruncido, notando que el pelinegro estaba a punto de desmayarse porque parecía estar demasiado ajeno a lo que estaba sucediendo en estos momentos.

¿Qué carajos había sido eso?

Jimin regresó su atención al moribundo de Jackson y cerró los ojos, concentrándose en lo que tenía que hacer.

Él no podía morir.

Porque sí lo hacía...

Jungkook entonces...

— Estarás bien, estarás bien, estarás bien...— al terminar de pronunciar esas palabras, el príncipe abrió los ojos al sentir el destello de luz saliendo de su mano,  comenzando a curar lentamente la herida que había sufrido el castaño.

El rubio se quejó un poco debido a que su cuerpo estaba utilizando demasiada energía al curar a Jackson, pero sabía que, si se detenía, probablemente el soldado no iba a sobrevivir por lo que continuó.

Después de algunos segundos, Jackson comenzó a estabilizarse y retomar el color de su piel, además de sentirse con energía y saludable, como si el pelinegro nunca le hubiera quemado.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora