Capítulo 23

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Un par de días después...



Era un hecho que Jimin ya no podía dormir.

Todas las noches, el recuerdo de aquel joven médico ebrio y necesitado que le suplicaba por un beso con voz miserable llegaba a su mente y no podía evitar las punzadas que sacudían su pecho en especial por aquellas palabras que fueron pronunciadas antes de que el dueño de su corazón cayera rendido por el alcohol.

"Me olvidaré de ti, su majestad"

¿Cómo iba a borrar eso?

¿Cómo iba a olvidar el dolor que sintió al escucharlo?

De manera genuina, el príncipe creyó que mentirle a Jungkook sobre sus sentimientos lo haría sentir mejor, haría las cosas más fáciles para él, que era lo correcto.

Joder.

Que equivocado estaba.

Privar a tu corazón de sentir y vivir la experiencia del amor jamás podría estar bien, jamás podría dejarte tranquilo.

Lo más triste es que, a partir de lo sucedido con el pelinegro aquella noche, sus interacciones se volvieron nulas; rara vez se encontraban en los pasillos de la base y cuando lo hacían, Jungkook no le regresaba la mirada en lo absoluto, este actuaba como si Jimin no existiera, como si fuera un extraño.

Y al pelirosa le estaba quemando esa indiferencia.

Pero, ¿acaso no fue el quien decidió todo esto?

¿Acaso no fue eso una consecuencia de sus propias acciones?

Sabía que no tenía por qué sentirse así sabiendo que él había propiciado el actuar de Jungkook.

Jimin había buscado eso.

Y ahora, tenía que aprender a vivir con ello.

Aunque por dentro se estuviera muriendo por besarlo de nuevo.


..。.:・゜゜・:.。.



En una tarde de cielo nublado y ambiente frío dentro de la base, Taehyung ingresó al dormitorio asignado con algo de dificultad, tratando de sostenerse del umbral de la puerta debido a que se había torcido el tobillo mientras realizaba una actividad de su oficio en la zona médica, maldijo por lo bajo sabiendo que eso le había sucedido por no haber tenido cuidado y deseó que Seokjin hubiera estado en ese turno para que el propio castaño lo llevara entre sus brazos a la cama.

Pfff en fin...

Dentro de la habitación, los ojos azules del príncipe que se encontraba sentado en la cama lo recibieron, y estos se hicieron grandes una vez que percibieron el estado del joven guardián, preocupándose de inmediato.

— Taehyung, ¿estás bien?— preguntó el ojiazul con el rostro arrugado viendo a su amigo intentar caminar hacia la cama.

— Sí, no es nada.— respondió con simpleza sin hacer contacto visual, el tono desinteresado en que dijo aquello provocó una mueca en el rostro de Jimin.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora