Montones de libros. Algunos apilados con cuidado en la mesa, un par entre las manos del trío de oro y muchos apoyados encima del escritorio de madera de roble, abiertos en páginas que nos pudieran ayudar a resolver nuestro problema.
Ojeé de nuevo un libro pequeño, con el lomo de color rojo escarlata, algo desgastado. Pasé mis dedos por sus rugosas páginas, hasta que encontré algo que me había pasado desapercibido. Leí el encabezado del capítulo 19: Retrocesos temporales.
Fruncí el ceño y empecé a leer el apartado del libro con una atención meticulosa. Hablaba sobre las maneras de volver atrás en el tiempo que se les habían ocurrido a los muggles a lo largo de la historia, pero que no habían sabido llevar a cabo. A excepción de películas, claro. Se ve que les gusta mucho el concepto.
Eso. Eso es lo que necesitamos. Volver atrás.
Me levanté de la silla con brusquedad, sobresaltando a Hermione, a Harry y a Ron; que me miraron algo desconcertados.
- ¿Isa? - Susurró Ron, con la intención de decirme algo más.
No tuvo tiempo. La bibliotecaria del colegio fue más rápida.
- ¡Sh! - Lo interrumpió Irma Pince, dedicándonos una mirada de advertencia a los cuatro.
Miré con atención las distintas secciones de la biblioteca de Hogwarts, mientras mi cabeza pensaba en otras posibles soluciones de la que se me había ocurrido. Tras unos cuantos minutos, encontré un par de libros sobre el increíble objeto mágico, uno que siempre me había llamado mucho la curiosidad.
El giratiempo.
Volví con los libros a nuestra mesa y sonreí a mis amigos, con el entusiasmo propio de alguien que ha conseguido algo que ansiaba con toda su alma. Observé de reojo como Irma Pince se alejaba de nuestra zona y, una vez consideré que estaba lo bastante lejos, me acerqué aun más a ellos. Todos hicieron lo mismo.
- ¿Y bien? - Inquirió la joven bruja, repleta de curiosidad.
- ¿Ya lo tienes? - Preguntó Harry, con emoción.
- Necesitamos un giratiempo.
...
Tras muchas horas encerrados en la biblioteca, nos despedimos. Caminaba sola por las mazmorras, yendo hacia mi sala común con libros en mis brazos, prestados de la biblioteca. Estaba hambrienta, tenía mucho sueño y la cabeza me dolía ligeramente. Quería que las vacaciones llegasen ya.
- ¿Qué haces aquí? - Me preguntó una voz, cortando mis pensamientos de raíz. - Los demás ya estarán cenando.
- He estado ocupada, Diggory. - Respondí, sin mucha emoción, pero con una sonrisa suave en los labios.
¿He mencionado ya que estaba agotada?
- ¿Ah, sí? - Siguió preguntando, con una sonrisa radiante. Caminaba conmigo, a mi paso.
Vi (con una irritación poco propia en mí, que me pilló por sorpresa, pero que traté de disimular) como una de sus manos elegía uno de los libros que inicialmente sostenía yo. Tocó el libro, leyó su título en voz alta y luego observó el índice de este.
- Así que giratiempos. - Dijo. La frase parecía contener una pregunta, aunque no la formuló como tal.
- Pues sí. - Respondí, con un asentimiento.
- Tiene la apariencia de un reloj de arena pequeño y retrocede una hora por cada vuelta que le den. - Leyó Cedric. - ¿Acaso quieres uno, Isabella? ¿En qué te has equivocado?
- En muchas cosas, me temo. Tengo algo de prisa, Cedric. Nos vemos luego, ¿de acuerdo?
- De acuerdo. Hasta luego, Rosier.
Lo vi marcharse hacia su sala común. No esperé mucho antes de decir la contraseña para lograr entrar en la zona de los slytherins y me adentré en ella con avidez, aunque casi no estuve en ella. Me dirigí a mi dormitorio.
Una vez dentro, apoyé la espalda contra mi puerta y suspiré. Tenía muy poca energía y muchas cosas que resolver. Dejé la sensación de cansancio a un lado y apoyé los libros escogidos en la mesa de mi escritorio, apartando un par de plumas y un bote de tinta.
Me quise cambiar para ir a cenar, por lo que escogí algo de ropa que abrigase más que lo que llevaba puesto. Cuando me iba a quitar el jersey, recordé que el día anterior no había abierto la pequeña bolsita de terciopelo que Matheo me había dado. Terminé de cambiarme y rebusqué en mi armario hasta dar con los pantalones que había llevado el día anterior.
Rebusqué en los bolsillos hasta que la encontré. Era una bolsa muy pequeña, de terciopelo blanco y verde esmeralda, dos de mis colores preferidos. La abrí con cuidado.
Dentro había una caja de color blanco, con líneas igual de doradas que el Sol y un pequeño lazo. Al abrir dicha caja, encontré un colgante de oro, precioso. Contaba con una esmeralda en el centro y una figura que parecía una puerta, también de oro.
No. No era eso. Eran nuestras iniciales: una letra "M" superpuesta por una "I".
...
¡Hola!
Dejo este capítulo por aquí como regalo de Navidad y como agradecimiento por las 25k visitas (un 25 de diciembre, jajaja) y la cantidad de votos que habéis dado a "Rosier". Espero que paséis unas buenas fiestas.
¡Feliz Navidad!
Sara
![](https://img.wattpad.com/cover/367597909-288-k227578.jpg)
ESTÁS LEYENDO
"Rosier" - Theodore Nott
FanfictionEn el expreso de Hogwarts, a Isabella la corroían los nervios. Llegar nueva de Beauxbatons para empezar su tercer curso iba a llamar la atención, pero era una chica lista y tendría a su hermana con ella, además de a cierto italiano. Espero que disf...