22 NOCHES

Capítulo 18: El amor de una hermana.

Ahí estaba de nuevo, mirando las oscuras y tenebrosas nubes cargadas de electrones magnetizados que orbitaban vanamente en laberintos moleculares. Desde la ventana de mi habitación me acurrucaba en mi viejo abrigo negro para protegerme de los helados vendavales que golpeaban mi rostro. Los truenos retumbaban el cielo estrepitosamente con relámpagos incandescentes, fulgurando el lejano horizonte con descargas eléctricas.

Escuché unos pasos afuera de mi habitación, pensé que era mi mamá. La puerta se abrió lentamente y mientras observaba el cielo con éxtasis, no me fijé en quién había entrado a mi habitación. Volteé a mirar y vi que era mi hermana, mi persona favorita en el mundo, Vivi tenía puesta sus gafas y mi libro de embriología. El fleco hacía una preciosa sintonía con la simetría de su rostro, las ondas de su cabello se movían suavemente con la brisa de la lluvia.

- ¿Otra noche sin dormir? –Preguntó Vivi, sentándose en el piso con el libro–. No me lo digas, ya sé en quién piensas...

- No –negué con la cabeza–. ¿Tú qué haces leyendo embriología?

- Amo todo lo que está aquí –respondió, hojeando el libro con fascinación–. He estado leyendo sobre la formación del sistema cardiovascular, es lo más impresionante que he leído en mi vida.

Ver su interés en la lectura me sacó una sonrisa de orgullo. Me incliné y posteriormente me senté junto a ella.

- Me encanta saber que te dedicas a aprender en tus tiempos libres –expresé con afecto–. ¿Sabes? Es realmente asombroso que tengamos muchas cosas en común.

- Por algo somos hermanos. ¿No lo crees? –Agregó Vivi, sonriendo con entusiasmo.

- ¡Obvio! –Prorrumpí–. A ver, ¿Qué aprendiste hoy de lo que leíste?

Vivi cerró el libro e hizo una pausa para recapitular lo aprendido, la información volaba en su mente como aviones de papel.

- Hay una anomalía clínica en la formación del asa cardiaca –respondía con seguridad, se expresaba muy bien con gestos y ademanes–. La dextrocardia es la ubicación anómala del corazón, cuando éste se ubica al lado derecho del tórax en lugar del izquierdo. ¿Te imaginas eso? ¡Es épicamente aterrador!

- ¡Amo verte tan segura de ti misma! –Clamé–, quiero que lo sigas haciendo así porque te ves como una reina. De hecho, has acertado en todo lo que leíste –hablé sonrientemente con la voz alta y animada–, porque hace un par de meses tuve un examen sobre eso y lo que dices es correcto. ¡Felicidades!

- ¡Gracias! –Gorjeó. quitándose las gafas con regocijo–. No te emociones, porque no voy a estudiar medicina jajajaja.

- ¿Por qué no? –Le pregunté con un tono desanimado–. Veo que te gusta la medicina, sobre todo la embriología, tú siempre estás leyendo apasionadamente.

Vivi hizo un gesto de desilusión y volteó la mirada para la pared.

- Siento que la medicina no es para mí, me gusta leer por curiosidad, pero solo eso. Cumpliré 15 años y todavía no puedo definir lo que estudiaré en la universidad. Estoy muy preocupada por ser una inútil en un futuro que no existe.

- Entiendo –murmuré comprensivamente–. De todas formas es grandioso que te dediques a leer, nunca dejes de hacerlo. Y, por otra parte... Apenas tienes 14 y tu vida no debe definirse a los 15 años, a tú edad ni siquiera sabía que terminaría estudiando medicina e ingeniería –Vivi dirigió su mirada hacia mí con interés y me escuchó atentamente–, recuerdo que cuando cumplí 15 años no quería pensar en lo que iba a estudiar. Me frustraba la idea de ir a la universidad, me daba miedo llegar a un lugar lleno de tantas personas desconocidas, lo único que hacía era escribir mi libro "Un Viaje Sin Retorno", con la esperanza de que eso me salvaría en aquel momento de frustración, y aunque no lo parezca, lo hizo. Escribir me recordó que hay muchas cosas en las que puedes ser útil sin que una carrera universitaria defina tu valor como ser humano. Obviamente, no hay nada más genial que estudiar lo que te apasiona, pero la pasión no existe si no haces las cosas por amor y no por presión. Sé que tarde o temprano descubrirás una pasión de la que nunca podrás escapar. No te apresures, aún es temprano para ti.