Capítulo 46: El fantasma de mis noches.

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Una semana después...

En horas de la madrugada me encontraba escribiendo mi nueva novela cuando de repente, recibí un mensaje de Antonio, después de otra semana más sin hablarnos por mensajes y sin vernos en persona. De casualidad, en la mañana de la misma madrugada teníamos clases y debía verlo, estaba acostumbrado a recibir mensajes de Antonio después de la medianoche, solo que tenía tiempo sin hacerlo, el hecho de que haya regresado con su ex era la causa de su inesperado alejamiento. Estuve pensando mucho en ello, no me gustaría que alguien me hiciera lo que él le hacía a su novia. No sé cómo lo veía él, pero en mis ojos y en los de cualquiera estaba coqueteándome, añadiendo sus conductas eróticas y malintencionadas con Bruno y sus otras amigas.

Desbloqueé la pantalla de mi teléfono y entré al WhatsApp, era la 1:21 de la mañana, fue a esa hora en la que recordó mi existencia.

- Hola, Michael –decía en una nota de voz–, estoy mejor... ¿Cómo estás?

- Hey –escribí en la pantalla–, buenas noches. Estoy bien.

Leyó el mensaje rápidamente.

- ¡Me da mucho gusto! –Profirió en su mensaje de voz–. Ehmmmm, pensé escribirte hace días, pero no lo hice porque a veces siento que te molesto. Soy un fastidio. ¿Creo?

Escuché su mensaje detenidamente y lo analicé.

- ¿Por qué me molestaría? –Escribí y envié.

Mensaje leído al instante.

- No lo sé –escribió–, supongo que es lo que veo y lo que siento.

- También quise escribirte, pero pensé que te molestaría –confesé en medio de un audio.

- Entonces, estábamos en la misma situación –convino mediante un mensaje de voz.

- ¿Y qué estás haciendo? –Pregunté a través de un mensaje escrito.

- Estudiando para la clase de microbiología de mañana. ¿Y tú? –Escribió.

- ¡Cool! –Dije, oprimiendo la pantalla en la opción de grabar–. Ya estudié los temas de las bacterias. Actualmente, me encuentro trabajando en mi nuevo libro.

Envié el audio e inmediatamente lo escuchó.

- ¡Qué genial! –Aclamó, enviando una nota de voz–. Me encanta mucho que trabajes en tus libros. ¿De que hablará tu nuevo libro? –Preguntó.

- Sobre un fantasma que me visita por las noches para atormentarme –respondí.

- ¿En serio? –Escribió–. Ha de ser un fantasma muy cruel.

- Lo es –respondí.

Mensaje leído al instante.

- He visto que eres una persona muy seguida y... Parece que tuvieras un poder sobre las personas –confesó, enviándome un mensaje de audio.

- ¿Por qué lo dices? –Le pregunté, grabando un audio.

Audio escuchado en menos de un segundo.

- Porque eres una persona muy atractiva –escribió en su mensaje.

Me quedé petrificado y boquiabierto cuando leí su mensaje, estuve alrededor de un minuto leyéndolo una y otra vez.

- Oh –escribí, enviando un mensaje que inmediatamente fue leído–. ¿Gracias? No me lo esperaba.

- Lo digo con todo el fin de halagar –musitó en una nota de voz.

- Gracias –repetí, esta vez por medio de un audio. Mi delicada voz sonó temblorosa

- Michael, ¿Ya estudiaste para el examen de las alcantarillas y de los basureros de la comunidad? –Escribió.

- Solo leí –respondí–, no son temas que me gusten mucho. ¿Qué tal tú?

Antonio ya no aparecía en línea, miré al reloj y vi que eran las 2:20 AM. Apagué las luces de la habitación, mi computadora y fui a la cama. Necesitaba dormir porque en unas horas debía estar en la universidad. 

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