Capítulo 9: Noche 5.

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22:05 PM.

La quinta noche de mis trasnochos fue una de las más esplendorosas, estaba en mi cama abrazando la almohada mientras pensaba en su maldita mirada. Todavía podía sentir sus brazos sobre mis hombros, cerraba los ojos y los receptores de mi piel se estimulaban al deambular en los recuerdos que encandecían mis pensamientos.

Estaba edificando un hermético laberinto de recuerdos y emociones con el paso de los minutos, por cada respiración titubeaba y recordaba su olor con los ojos llenos de lágrimas. Me preguntaba sí él también sentía lo mismo que yo, quería saber sí me recordaba en sus noches y abrazaba su almohada al pensar en mí, era la mayor de mis dudas. Las horas fueron pasando hasta que el cansancio despertó mis temores nocturnos, encendí mi teléfono y comencé a mirar nuestras fotos juntos, las inseguridades me susurraban en el oído cuando me hacían creer que alguien como él nunca se fijaría en algo como yo. Antonio había visto algo en mí que yo no había descubierto, desde la primera noche de mis desvelos colonizaba mis tierras con sus encantos, tenía miedo de convertirme en el mártir de un amor que no me correspondía.

La madrugada hacía que me pusiera extremadamente sensible y temeroso, todo mi ego se desaparecía cuando mi versión nocturna aparecía para ocupar el turno de la noche. A las 3 de la mañana recibí un mensaje suyo en el que me deseaba buenas noches, leí su texto y me quedé viendo nuestro chat con los ojos enrojecidos, ansiaba responderle y confesarle lo que en ese momento sentía, pero todavía no quería revelarle mi lado sensible. Reproduje uno de sus audios y cerré los ojos hasta que me quedé dormido, el sonido de su voz hacía ecos en mis sueños. 

22 NOCHESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora