~ Dejarlo todo por amor ~ Historia Radiodust

capítulo 32: Vale la pena intentar

Había pasado ya unas semanas desde la salida que tuvo Anthony con Charlie, después de eso Anthony decidió continuar saliendo con la rubia. Era reconfortante estar con ella, los recuerdos llegaban a el, a veces de forma negativa o a veces de forma positiva, fuese como fuese el recuerdo, era un avance a mejorar y superar el trauma.

Anthony se encontraba en la habitación que compartía con su pareja, leía con atención el cuaderno que tenía en manos, no era cualquier cuaderno, era su diario de cuando tenía 16 años. A los 16 años Anthony recibió de regalo por parte de su mejor amiga, Cherry, un cuaderno, su querida amiga rubia sabía perfectamente que Anthony tenía un diario pero se le acabó y era complicado que pudiera conseguir otro sin que sus padres se dieran cuenta.

El día de hoy fue tranquilo, como todos los días la familia salió a divertirse y hacer sus cosas, incluso mis hermanos. Yo me quedé en casa tocando el piano y leyendo, fue un día divertido, al parecer Valentino estuvo trabajando en la empresa con papá entonces no vendrá hasta mañana.

Esas fueron las palabras que escribió Anthony una noche calmada, casi todas las noches desde que recibió ese diario escribía. Apenas hace unos días, Cherry le envío por correspondencia dicho cuaderno, al parecer la rubia lo encontró cuando revisaba sus cosas, a veces el rubio dejaba sus cosas secretas en casa de su amiga, pero eso fue hace ya mucho tiempo.

Anthony leía con atención lo que alguna vez escribió, casi parecía que lo que escribía era una confesión de todo lo que sucedió cuando tenía 8 años en adelante, como si el pobre niño de 16 años supiera perfectamente que moriría y que alguien encontraría su diario para descubrirlo todo.

El rubio suspiro y luego dejó su cuaderno a un lado suyo, era increíble la forma en la que habían cambiado las cosas. Antes, Anthony temblaba de miedo al pensar en Valentino y tenía muchas marcas en su cuerpo que nunca pudieron cicatrizar porque se hacían más heridas, ahora, ya no tiene miedo de Valentino, no más, y su cuerpo está recuperándose, aún hay heridas y habrá heridas que jamás se irán, pero había avances.

Anthony miró la hoja que estaba en blanco, lo único que estaba escrito era la fecha, 23 de mayo de 1916 decía en el cuaderno, y a lado había una fecha rayada.

Anthony dio un suspiro pesado y volvió a agarrar su cuaderno, hace unas semanas había intentado volver a escribir, pero simplemente no podía.
El rubio se detuvo unos segundos para analizar que escribiría, después una sonrisa de forma inconsciente se formó en sus labios, habían pasado cosas maravillosas, estaba en una relación con Alastor desde hace 4 años y todo funcionaba bien, tenía un trabajo estable donde era feliz, tenia muchos amigos, logró alejarse de todo lo malo en su vida, incluyendo a Valentino.

Después de meditarlo un buen rato, agarro la pluma y comenzó a escribir.

Querido Diario, creo que ya tiene un tiempo que no escribía, más de 7 años creo, como se puede ver ya no soy un adolescente de 17 años, soy un adulto de 28 años.
Las cosas han cambiado muchísimo, hace 4 años me encontraba atrapado en una relación forzada con Valentino, acercándome cada vez más a la terrible boda que deseaba jamás tener, al parecer rezar funcionó pues no estoy casado con Valentino.

La familia tomó la maravillosa decisión de viajar al Titanic para celebrar mi futuro casamiento, terriblemente el barco se hundió y en eso sucedieron muchas cosas, no diría que fue completamente terrible el viaje, conocí al hombre de mis sueños que terminó siendo el que me salvó del terrible lugar donde estaba. Alastor, el me salvó, logro hacerme sentir más vivo que nunca y ahora estamos en una relación. En aquel viaje Molly murió, sonará cruel y seco pero así fue y no hay día en el que no me lamente por no haberla llevado conmigo en todo momento.