Las lágrimas se deslizaban por las mejillas de un rubio, ya habían vendado su cabeza y lo que pudiese sanar con vendas estaba arreglado, pero su pobre corazón no era algo que se podía reparar con una venda.
Seguía cubierto con una manta, sentía frío y quería sentir paz, pero le era imposible si quiera pensar en otra cosa que no fuese que Alastor seguramente estaba muerto, se sentía devastado, hizo tanto por el y al final no pudieron quedarse juntos.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un guardia de le acercó, pidiéndole su nombre para serciorar su categoría en el barco entre otras cosas.
- Anthony... Anthony Guidacci...- respondió el rubio, el guardia se sorprendió pues alguien de clase tan alta que seguramente tenía reservado un barco no podía estar tan herido y solo, era muy extraño.
- Disculpe... Yo.. quiero saber si alguien está en la lista...- dijo Anthony, deseando saber si Alastor estaba en esa lista.
- Está bien... ¿Cuál es el nombre? - preguntó el guardia mientras revisaba su lista.
- Alastor... Alastor Meyer...- respondió el rubio, aguantando sus lágrimas y rogándole a dios que si estuviera en la lista.
Pasaron unos segundos que parecían eternos, el guardia buscaba, finalmente sonrió y giro su cabeza al rubio.
- Si... Está en la lista, se encuentra en la zona dos...- respondió el guardia para después retirarse a seguir con su lista.
De inmediato el rubio dejo caer la manta que lo cubría y se levantó con prisa, giro su cabeza en busca de la zona dos, cuando logro ubicarla no dejo pasar ni un solo segundo para correr hacia allá.
La adrenalina lo invadia, la esperanza de nuevo volvía a el, Alastor estaba vivo, ansiaba verlo de nuevo y besar esos labios tan suaves. El rubio corría con todas sus fuerzas, ya se había mareado pues su cabeza y aún estaba con su herida y no estaba en las mejores condiciones para correr pero aún así no se rendiría, buscaría al moreno en todo el mundo si fuera necesario.
Parecía que el universo los había juntado, pues en cuanto giro su vista logro ver cómo un chico que ya conocía muy bien giraba al mismo tiempo, sus miradas chocaron y ambos pudieron sentir su corazón volver a latir y sus lágrimas avecinarse.
Sin perder ni un solo segundo ambos chicos corrieron hacia ellos, esquivando la gente y tratando de no chocar con los que se encontraban, rodeando cosas, sintiendo sus lágrimas salir de sus ojos, sintiendo la calidez en su corazón cada vez hacerse más grande.
- ¡Alastor! - grito el menor corriendo hacia los brazos de Alastor, quien extendió sus brazos para atrapar al chico.
- ¡Anthony! - grito de vuelta el mayor, viendo cómo Anthony saltaba a sus brazos y muy gustoso lo aceptaba, tomándolo de la cintura y levantandolo en el aire, dando vueltas mientras que el rubio se aferraba a sus hombros y el moreno lo hacía girar abrazándolo más.
Una vez las vueltas pararon, ambos no se separaron, se seguían abrazando, Alastor acariciaba el cabello desordenado de Anthony mientras que Anthony solo permanecía enterrando su rostro en el cuello del mayor.
De un momento a otro el rubio estallo en llanto, déjando librar un sollozo mientras de derrumbaba en los brazos del moreno. Obviamente Alastor lo sostuvo evitando que cayera al piso, haciendo que sus miradas se encontrarán de nuevo.
- Creí... Creí que te había perdido...- dijo el rubio, sonriendo de lado, estaba más que feliz y aliviado de saber que Alastor estaba bien.
- También yo...- respondió Alastor, soltando un suspiro para después incorporarse y tomar con una mano la cintura del menor acercándolo más y con su otra mano tomar su rostro con extrema suavidad.
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~ Dejarlo todo por amor ~ Historia Radiodust
FanfictionUn joven de Nueva Orleans decide tener una aventura junto con sus queridos amigos, así que pensó ¿por qué no subir al Titanic? pues, así empezó la aventura de Alastor y sus amigos, nunca pensó que terminaría encontrando al amor de su vida en un barc...