Sin pensarlo mucho, el rubio sostuvo la mano del moreno y lo jalo para salir de la habitación a escondidas, obviamente en ese trascurso en dónde corrían escapando del mayordomo compartían muchas risas.
- ¡Vamos! En el ascensor no nos podrá atrapar - habló Anthony, llevando al más alto atrás de él y después meterse al ascensor.
Mientras seguían corriendo, seguían riendo, seguían divirtiéndose y aún así sin soltarse de las manos, cruzaron todo el barco, llegando hasta la zona de empaques, realmente entusiasmados por haber logrado escapar del mayordomo de Valentino.
- Jaja... Dios mío... Eso fue una locura - comentó el rubio, tomando aire pues en toda la carrera que hicieron hasta llegar a la zona de maletas y paquetes no pensó bien las cosas.
- Mira... Al parecer alguien está transportando un coche muy lujoso...- habló Alastor, acercándose junto con Anthony al carro frente a ellos.
Anthony rió un poco mientras ambos se subían al coche, Alastor se posicionó dónde estaría el chófer mientras que Anthony se sentó en la parte de atrás y abrió la ventana del carro para ver al chófer.
- ¿A dónde lo llevo jovencito? - preguntó el moreno, en forma de broma, recibiendo risas del rubio.
- A las estrellas...- respondió Anthony, acercando su voz al oido del mayor, para después que el rubio abrazara por atrás al moreno, de una forma tan cálida y llena de amor.
Entre risas, el rubio llevo al moreno a la parte de atrás del carro, una vez que ambos estaban sentados frente a frente en ese carro, comenzaron a besarse. Las cosas empezaron como besos suaves y tiernos, pero mientras más se acumulaba el calor en el carro, los besos subían de tono, intensificando el beso y sumando el deseo de que fuera eterno.
Ambos jóvenes tenían su mente nublada, no pensaban bien las cosas, el placer de sentir el beso cada vez más largo e intenso los hacía perder el control de sus sentidos. Sin siquiera darse cuenta ambos ya estaban llevando la situación a un grado más arriba dónde las manos de ambos comenzaron a viajar en el cuerpo del otro. Las manos de Anthony viajaron hasta el cuello del mayor, mientras que Alastor pasaba sus manos a la cintura del rubio, para después viajar una de sus manos a los muslos de Anthony.
Ese momento en en el que Alastor comenzó a masajear los muslos del rubio fue cuando Anthony sintió su piel erizar, los recuerdos volvieron a el, cada roce, cada tacto brusco y asqueroso de Valentino volvía a su mente, como un trauma que vuelve cada que se recuerda de forma ligera los momentos.
Durante unos segundos Anthony quiso ignorar su miedo y el pánico en el, se sentía feliz y sentía el suficiente placer como para hacerlo con Alastor, pero simplemente no podía, no quería volver a sentirse tocado y sabía que en cuanto Alastor supiera la verdad detrás de todo lo sucedido con Valentino el ya no lo amaría.Sin soportarlo mucho, Anthony empujó con fuerza a Alastor, se alejo y trato de tomar aire, no entendía que pasaba, pero era obvio, estaba teniendo un ataque de pánico. Su respiración se cortó, ya no podía respirar bien, se sentía atrapado y quería llorar, pero las lágrimas no lograban salir de sus ojos.
- ¡PERDÓN! - gritó el rubio, abrazándose a si mismo en busca de consuelo, se sentía mareado y no podía ver bien la situación, pero el sabía que apartar a alguien cuando quería tener sexo estaba mal, o al menos eso aprendió de Valentino, las lágrimas finalmente salían de los ojos lastimados de Anthony - No puedo... Lo siento yo... Lo siento pero no puedo, no es que no quiera ¡Claro que quiero! Pero.... No puedo, no estoy listo...- se disculpó, se sentía mal y no quería ser grosero con Alastor.
- Lo lamento... Es que no puedo... Te amo y eres maravilloso pero... No puedo - volvió a disculparse el rubio, cada vez llorando e hiperventilando más.
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~ Dejarlo todo por amor ~ Historia Radiodust
FanfictionUn joven de Nueva Orleans decide tener una aventura junto con sus queridos amigos, así que pensó ¿por qué no subir al Titanic? pues, así empezó la aventura de Alastor y sus amigos, nunca pensó que terminaría encontrando al amor de su vida en un barc...