Quisiera tener algún motivo de queja ,alguna señal de que mi ligera desconfianza es válida , ¿Pero cómo? Cómo, si todos los días hay un mensaje , un beso , una caricia, una flor , una llamada o algún otro detalle que haga que cada día lo ame más.
Cómo el de hoy , encontré un ramo de flores en mi escritorio y de repente fui sorprendida y atrapada entre los brazos de un bellísimo hombre pelinegro de endemoniados ojos azules , ese lado romántico de León me encanta .
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Fue lindo tomarnos juntos el café, después del aniversario ,la vendimia y de todos los problemas que hubo antes parece que vino la calma a la empresa , ya ni salimos tan tarde , al menos yo y tengo un poco más de tiempo para estar con mi hermana o para hacer algo con mi bello ogro .
— Señorita Moral la necesito en mi oficina AHORA — ese también es León, mi querido jefe imbécil, el que anda estresado por todo , el que quiere que todo salga perfecto.
No me queda de otra que ir y ver lo que quiere el ogro de mi jefe , entro a su oficina y lo veo acomodar unos documentos en la carpeta .
— ¿Que quieres ? — me doy cuenta que no le cayó en gracia la manera en la que le hablé, pero es que con este hombre no queda de otra .
— Tengo una junta con Julián y Emiliano, pero el imbécil de mi hermano se olvidó de este contrato de distribución para el restaurante La Duquesa — paso saliva al escuchar el nombre del restaurante — Necesito que se los lleves personalmente — asiento con la cabeza — Esta es la dirección.
Yo conozco perfectamente La Duquesa, es un restaurante muy elegante , con candelabros bellísimos y cristales colgantes que simulan ser gotas de lluvia , molduras en el techo como si fuera la sala de algún castillo, al menos así es como estaba la última vez que estuve ahí , en el último aniversario de mis padres ,
— Octavio te está esperando— recibo la carpeta , aún con la duda del porque hay una junta .
— Puedo preguntarte ¿ Que pasa? No había ninguna junta programada.
— Nos llegó esto — voltea su computadora , y me pongo a leer su contenido, es una invitación — Recuerdas el viñedo que acabamos de comprar en Guadalajara , no es por nada pero tienen el mejor Cabernet Sauvignon, y quieren incluir el viñedo en la ruta del vino .
— ¡ Eso es genial! Felicidades, quien lo diría , ese viñedo estaba algo abandonado y en poco tiempo la pusieron al cien . — puedo ver en su cara ese orgullo por su legado , todos de hecho son muy dedicados a esto ,creo que es lo mejor que saben hacer — ¿ Por qué la junta ?
— Hay que mandar a un representante, papá y Mía tienen la agenda llena para esas semanas , así que hay tómbola , nadie quiere ir .
— Pero es algo importante, te imaginas que VINOS VALFERRA esté presente , ustedes son los mejores , son los más importantes, esto no solo le daría más proyección al vino, también al país, los que lean la historia del vino y se enteren de que están en esa ruta , como en la de Baja California le dará al país más turismo — termino de leer la invitación y cuando levanto la vista me encuentro a León con la sonrisa más divina , ¿Saben lo que es ver a este hombre sonreír? Es un espectáculo, al menos para mí —¿Qué?.
— Creo que cometí un error — me dice sin borrar la sonrisa de sus labios.
— ¿Cuál? — por inercia reviso los papeles para buscar el error , pero el ogro me los quita de la mano y me planta un suave beso.
— Cometí el error de tener una novia más inteligente que yo —¿ Que clase de orgullo es que le veo en los ojos ? No es arrogante como hace unas semanas atrás , pareciera que él,..... Él está orgulloso de ... Mí.
— Eres un nene tonto , dame esos papeles ,
— ¿Nos vemos en la noche ? Te invito a cenar .
— Perfecto , me voy .
Ir y dejar los papeles no fue nada del otro mundo , pero estar en ese restaurante, fue como estar en medio de una avalancha de recuerdos de mis padres , no solo por el restaurante, de camino pasamos por una zona residencial , ¿ Que tiene de importante ? Pues que en esa privada residencial, se encuentra la casa más hermosa , con una bellísima puerta azul , con un bellísimo toque griego y hermosas bugambilias en la fachada, es la unica saca diferente en ese lugar , no ostentaba como las otras que tienen un enorme portón de hierro . Ahí mi hermana y yo vivimos la infancia más hermosa ,junto a mis padres , antes de irnos a Monterrey, antes de que la perdiéramos .
— Guillermo, por favor , podrías llevarme al residencial diamante.— le pido al chófer , algo nerviosa , hace mucho tiempo que no veo esa casa , de hecho , está prohibido para mí , pero solo quiero verla , aunque lo recuerdo duelan.
— Claro que sí señorita .
Está bastante cerca , y para ser sincera no creí que me pondría tan nerviosa , era más que obvio, que el encargado de la entrada me preguntara a quien busco y para no levantar sospecha tuve que decir una pequeña mentirita.
— Vengo de parte del señor Villarroel, solo para inspeccionar la casa .
Solo al escuchar ese apellido el encargado abrió la puerta para poder pasar , le dí las indicaciones al chófer y en poco tiempo estaba frente a la casa con la puerta azul y unas ramas secas como símbolo de un triste recuerdo.
— Señorita está segura que está es la casa , se ve abandonada .
— Si Guillermo — inhalo profundamente y exhalo con tristeza — Ésta es la casa .
— Es de algún pariente suyo.
— Digamos que si , no te dejes engañar por la fea vista, ésta es una casa bellísima, aquí crecimos mi hermana y yo , desafortunadamente tuvimos que venderla , parece que el nuevo dueño no cuida muy bien que digamos — me imagino a los cuatro , mamá, papá , Luna y yo ,cuando papá no estaba enseñando a nadar o cuando jugábamos a la escondidas o cuando hacíamos una tarde de chica con mamá .
— ¿Señorita Cielo se encuentra bien? — ni yo misma me había dado cuenta de que estaba llorando , no pude evitarlo , porque no solo es el recuerdo de mis padres , también el de mi bisabuelo, quien nos regaló esta casa.
— Si, disculpa me emocioné, creo que ya fue suficiente, llévame a casa por favor .
Es feo ver algo que se construyó con tanto amor tan abandonado , algún día recuperaré esa casa , es una promesa que me e hecho a mi misma y buscaré la manera para cumplirla .
