Enemy [Y.M] [✓]

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Cuando el omega abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en una habitación blanca, la puerta se abrió dejando ver al enigma, el cual venía con su teléfono mientras hablaba molesto, pero al verlo sentado colgó y se acercó.

—Me tenías preocupado cariño. —le beso la mano.

—¿Qué pasó? —pregunto. —¿Por qué estamos en el hospital?

—Te desmayaste a medio desfile y estabas convulsionado. —respondió.

—No entiendo. —negó.

Cuando el enigma iba a hablar, la puerta se abrió dejando entrar al doctor, el cual al ver a la pareja sonrió y se acercó.

—¿Todo está bien con mi esposo? —preguntó el enigma.

—Afortunadamente todo está bien. —leyó. —ambos están fuera de peligro, pero para evitar alguna complicación estarán en observaciones.

—¿A qué se refiere con ambos? —preguntó Jimin.

—¿No lo sabía? —dijo viendo el expediente. —Usted tiene dos semanas y media de embarazo.

La pareja se vio y no dijo nada, al estar solos Yoongi abrazó al omega mientras sonreía, Jimin estaba en shock por lo que pasaba. El enigma se alejó y comenzó a mandar mensajes mientras era visto por el omega.

—Te prepararán una mejor habitación.  —mencionó.

—Estoy bien en esta. —lo vio.

—Es muy fría. —Negó. —además, ya mandé a pedir otro tipo de sábanas.

—Yoongi. —lo llamó. —estoy bien así.

—No. —negó. —eres mi esposo y padre de mi heredero por ende debes de tener los mejores cuidados.

—Es excesivo. —lo vio.

—No lo es cariño. —le beso la mano. —Ahora solo debo de buscar al responsable de tu accidente.

—Creo que fue Rose. —hablo. —la vi antes de desmayarme.

—Me haré cargo de ella. —lo vio. —pero ahorita mi prioridad, eres tú.

Jimin asintió y llevó su mano a su vientre, nunca pensó que llegaría a estar en estado y menos de un enigma.

—¿En qué piensas? —le pregunto.

—En muchas cosas. —hablo.

—¿La podré saber? —le preguntó.

—Estoy aterrado hoy más que nunca. —contó. —Tengo miedo de que mi familia logre destruirme.

—Su fin se acerca. —le acarició la mejilla. —y Rose será el inicio.

—Lo sé. —hablo. —Será un buen regalo para mi familia.

—Ellos están listos para decir que eres su hijo. —mencionó.

—Esperan que yo lo haga. —suspiro. —si no lo harán ellos.

—Será divertido ver como solos se hunden. —se rio. —aunque estoy seguro de que inventaran algo para quedar bien.

—Es lo más probable. —le dio su teléfono al enigma.

—¿Por qué me lo das? —preguntó.

—Ahí está la evidencia para hundirlos más de la cuenta. —respondió.