Enemy [Y.M] [✓]

75

Jimin ya se encontraba dormido en la cama, mientras que Yoongi estaba con su madre hablando de manera tranquila.

—¿Cómo está Jimin? —preguntó la mujer.

—No ha querido hablar y tampoco comer, además tuve que llamar al doctor porque se lastimó la marca que le hicieron. —hablo Yoongi.

—Debe de estar pasándola muy mal. —dijo la mujer.

—Ni siquiera me habla. —suspiro. —además, tengo que lidiar que todo esto lo causó su ex prometido.

—¿Quién es? —lo vio.

—Kim Taeyang. —Respondió. —hijo del futuro congresista Kim Taesoo.

Yoongi vio como su madre se levantó y se acomodó su traje y lo miraba, el enigma también se levantó.

—Por Taeyang o su padre no te preocupes, yo me haré cargo. —se acercó y le acarició la mejilla. —tu trabajo ahora es ser el lugar seguro de tu esposo.

—La señora Lee de los Park tuvo que ver en esto. —mencionó y la mujer lo vio.

—Yo me haré cargo cielo. —le dio un beso en la mejilla.

Yoongi asintió y cuando su madre se fue se dirigió a la habitación, la tocó suave y abrió con cuidado viendo al omega acostado en la cama.

—Jimin. —lo llamó con cuidado. —¿Podemos hablar?

Jimin se movió y miró al enigma, este vio los ojos hinchados de Jimin además de ver la venda que cubría su cuello y hombros. El omega cerró los ojos al sentir como era acariciado por Yoongi de manera lenta y luego fue abrazado de manera lenta.

—Es mi culpa Jimin. —lo abrazo con un poco más de fuerza. —no te cuide lo suficiente.

—Yo me siento sucio. —lloró Jimin.

—No digas eso mi lindo omega. —lo alejó un poco y luego le dio un beso en la frente. —Creían que al hacer eso te iban a alejar de mí, pero no lo harán, tú eres mi omega y está estúpida marcar, no lo va a cambiar.

—Pero lo hizo el que es mi destinado. —hablo Jimin.

—Que lo sea no significa que haya tenido derecho a marcarte sin tu consentimiento. —le acarició la mejilla. —y si a ese hijo de puta lo mantengo vivo es porque su marca contigo es reciente y si lo mato ahora tú también morirás y eso no lo voy a permitir.

—¿Qué pasará ahora? —llevó su mano donde tenía la marca.

—Cuando desaparezca por falta de renovación te marcaré y ya nadie podrá lastimarte.