Enemy [Y.M] [✓]

98

Jimin caminaba despacio, había sido una semana muy agotadora, tenía a su familia llamándolo con insistencia que se apurara a decir sus orígenes o ellos lo harían de una forma para que quedara humillado. Yoongi miraba al omega, el cual daba vueltas por todo el lugar mientras mantenía los ojos cerrados, en unos días modelaría las nuevas joyas de Tiffany & Co, unas que iba a modelar su hermana, pero al ser expulsada ahora serían suyas.

—Estás muy tenso. —se acercó y lo detuvo.

—Es una semana muy estresante para mí. —hablo. —y siento que voy a colapsar.

—Toma un descanso. —Lo tomo de la cintura. —no quiero ser viudo antes de tiempo.

—No te vas a deshacer tan fácil de mí. —se rio. —porque hasta siendo fantasma te voy a seguir a todos lados.

Yoongi se alejó del omega y lo tomó de la mano para correr del jardín y entrar a la casa para dirigirse a la habitación, Jimin se reía junto con Yoongi y al llegar a la habitación; el omega se acostó en la cama mientras el enigma se dirigía al baño. Cuando el omega estaba por dormirse, unos besos en su cuello le hicieron sonreír y abrir los ojos, él vio los hermosos ojos del pálido verle con amor.

—Vamos a tomar un baño caliente para que te relajes. —lo ayudo a levantarse.

En el baño, Jimin sentía como el enigma, le limpiaba la espalda despacio, haciéndole suaves masajes para quitarle el estrés que tenía.

—Oficialmente, la empresa de tus padres está en quiebra. —aviso el enigma.

—Ellos quieren que diga que soy parte de esa familia o ellos lo harán. —se recostó en el enigma.

—No haremos nada y cuando digan algo los atacaremos por difamación. —le beso el cuello. —hueles delicioso.

—Huelo a ti. —se giró y lo vio.

—Tienes mi aroma marcado en cada parte de ti. —le acarició los labios. —pero tu aroma aún está presente y es muy fuerte y dulce, tanto que me logra embriagar y desearte aún más.

—¿Mi aroma te embriaga? —le pregunto curioso.

—Ningún otro aroma lo ha hecho. —bajo sus dedos al cuello del omega y acaricio su marca. —el tuyo me vuelve loco y no hay día en el que no quiera estar cerca de ti y olerte, tocarte y recordar que tú ahora eres mi omega.

—Ya soy tuyo. —le acarició el cabello. —y ahora nadie lo puede cambiar, porque yo ya no tengo alfa destinado, yo tengo a un enigma como pareja y tal vez la Luna así lo quería.