Harry Addams

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La llegada de Lucas y Harry al pequeño pueblo apartado donde vivía con su familia fue tranquilo o lo mas tranquilo que se podía considerando que Lucas dejo que Harry condujera el auto que habían alquilado con el acelerador trancado con un ladrillo.

En palabras de Lucas si Pericles ya sabia conducir y provocaba accidentes, por que su hijo no podía.

Se pasaron unas cuantas luces rojas, un par de autos se chocaron y al llegar Harry metió el coche en el pantano cerca de la mansión Addams, Lucas lo felicito por saber conducir tan bien a pesar de ser la primera vez que lo intentaba y entre risas escandalosas y consejos de mala conducción llegaron a la reja.

El mayor tuvo que lanzar un pedazo de carne antes de que los dos corrieran hacia adentro evitando que la reja maldita los mordiera y les arrancara un miembro, la enorme mansión frente suyo era muy distinta a lo que Harry había imaginado, no brillaba y parecía abandonada, cosa muy contraria a lo que se apreciaba en las novelas de Petunia.

-pequeña miseria, bienvenido a mi hogar terrible hogar

Lucas se puso a reír histéricamente, antes de que un par de cuchillo salieran volando de un costado de la sala, el hombre mayor los esquivo como si nada mientras se reía y sacaba una espada de las armaduras que estaba parada cerca de la entrada, un hombre salió de lo que suponía era la cocina.

Llevaba un traje a rayas color plomo con blanco una sonrisa igual de inquientate y traviesa como la de su ahora padre Lucas, camisa blanca y una pajarita negra, con uno bigote delgado sobre su labio superior.

-Lucas - dijo jovial el hombre

-Homero, mi hermano - respondio Lucas empuñando la espada

Sin decirse nada más los dos se desafiaron con la mirada y comenzaron a pelear con las espadas, el choque de metal contra metal atrajo la atención de los demás miembros de la familia, una mujer alta y delgada salió seguida de dos niños y una mujer anciana.

La mujer tenia la piel mas blanca que había visto, un ceñido vestido negro resaltaba sus curvas y la hacían parecer un espectro seductor con una belleza atrayente, pero a la vez mortifera, la niña que estaba detrás de ella estaba vestida con un vestido negro suelto, dos trenzas a cada lado de su cabeza que terminaban en un nudo de horca, su mirada era seria y calculadora y tenia la misma tez pálida que la mujer mayor, el chico era rubio y robusto, nada parecido a Dudley, su sonrisa era igual de traviesa que la de Lucas y se parecía al hombre con el que estaba peleando, llevaba una polera a rayas roja con blanco y unos cortos.

Por ultimo la anciana que se acerco corriendo a su lado, tenia con el cabello alborotado y olía a especias con humo, tenia un ojo completamente blanco y deviado, esta le miro con su ojo sano completamente alegre, agachándose cuando sus dos hijos pasaban con las espadas por su lado.

-al fin llegaste pequeño fenómeno Lucas me conto que peleaste con tu primer tiburón al regresar, estoy segura que desencajaras a la perfección en esta familia - dijo la mujer pasandole las manos por los hombros-  ahora vamos, vamos, hay que planear tu adopción y la siguiente Mazurka de este año, esta vez por el nuevo miembro de la familia, déjame presentarte a todos

Sin mas Eudora se llevo al doncel hacia la cocina, mientras Lucas era inmovilizado en la pared de la sala por varios cuchillos.

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Casi al finalizar la semana Harry se acostumbro mucho a la extraña familia, Morticia y Merlina eran sus personas favoritas de la casa, ambas estaban felices con el doncel ya que al fin tenían a quien ponerle la ropa que quisieran, durante ese tiempo le habían enseñado a Harry que era hermoso, ya que el menor no lo creía así, con la ayuda de un par de vestidos antiguos de la antigua y fallecida prima Lucifer, baba de caracol y los huesos molidos de algunos tíos como maquillaje, Harry se había vuelto una pequeña belleza escalofriante, mas aun por su parecido a una muñeca de porcelana poseída que otra cosa.