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Harry no dudo en mostrar su desagrado ante los colores de la sala común, lamentándose de que no quedara en Hufflepuff o Slytherin para dormir en una fría y agradable mazmorra, lo único bueno era que compartía habitación con Neville ya que no quedaba ninguna habitación libre y Dumbledore no creía necesario separarlo de los demás chicos, sin saber que ese seria un error fatal.

Su jefa de casa, la mujer seria con olor a gato y wiski escoses les dio la bienvenida, a la cual en su opinión le hiso falta veneno y cuchillos volando hacia los estudiantes, el se preguntaba si a la mujer le hacían falta ratas para comer y por eso parecía tan amargada.

Al finalizar la leve introducción de la historia de Gryffindor y sus reglas, todos se dirigieron a sus habitaciones compartidas y lo primero que el hiso fue cambiar las sabanas nuevas y con olor a flores, con sus sabanas que antes estaban envueltas en el ataúd de su abuelo, olían a tierra y a muerto, nada mejor para soñar con pesadillas.

Al abrir su baúl cientos de murciélagos salieron de estos y comenzaron a revolotear por todo el lugar, haciendo gritar a todos sus compañeros.

-¿QUÉ DEMONIOS?¿QUÉ HACEN ESTOS MURCIELAGOS AQUÍ? - grito Percy

-Son para darle mas escencia a este lugar, debería de cambiar las cortinas por negras, el color es deprimente, ¡oh! Y poner unos cuantos esqueletos y arañas le dará vida a este lugar - dijo Harry

Por mas que Macgonagall y los prefectos trataron de sacar a los murciélagos estos se quedaron en el techo y se negaron a irse, en ese momento los gemelos se estaban riendo en sus camas mientras Harry se alegraba por no perder a sus amigos llenos de parásitos.

-que tengan una terrible noche y los ácaros chupasangre los piquen

Sin decir más el menor se hecho en su cama cruzando los brazos en su pecho y abriendo grandemente los ojos, esa noche los compañeros de Harry aprenderían que los murciélagos los morderían si trataban de dejar sus camas o si prendían la luz y que Harry dormía con los ojos abiertos, era sonámbulo, eso lo descubrieron cuando se levantaron en medio de la noche y lo encontraron parado al lado de su cama sin parpadear y que del baúl del doncel se oían lamentos.

A la mañana siguiente todos bajaron con notables ojeras, mientras que Harry bajaba alegre y bien descansado, Neville se le acerco mientras los gemelos se paraban a cada lado.

-pequeño doncel

-nos enteramos que

=gastaste tu primera broma en la noche

Harry les sonrió angelicalmente, pero solo ellos tres sabían que eso era una mascara que ocultaba su verdadero ser.

-yo solo redecore la habitación, hacia falta un buen toque ahí adentro, tratare de conseguir telarañas, no me gusta que mi lugar -hiso una mueca de asco -parezca tener vida

Sin mas tomo su bolsón con todos sus útiles y empezó a bajar las escaleras resbalando por los pasa manos, riendo desquiciadamente cada vez que estas se movían en distintos lados y los estudiantes de otras casa gritaban cuando casi lo veían caer al vacío.

Ya en el comedor, se sirvió un plato lleno de la bonita y rica comida que le daba nauseas, rociándola con su deliciosa mezcla de venenos y polvos de metales pesados para mantener en raya su venenosa alimentación, la abuela y la tía Morticia no habían pasado años envenenándolo en vano.

Su rara dieta le dio arcadas a los demás mientras los gemelos y Neville trataban de pensar en como sabia su comida, pero con Grenger cerca no tenían posibilidad de comerla.

Su primera clase del día fue transfiguración, seguida de Encantamientos y herbología, por la tarde tenían historia de la magia, Pociones y astronomía.

Harry AddamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora