Harry Addams

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Una semana después de la fiesta de adopción y de la Mazurka padre e hijo, todo el mundo mágico se había enterado de la existencia del doncel, el doncel más joven en 200 años.

No paso mucho tiempo para que muchas familias mágicas mandaran sus cartas de compromiso, pidiendo y otros exigiendo que dieran a Harry en matrimonio, a pesar de que algunos magos no querían juntar a su familia con la loca familia de squibs que eran los Addams, la tentación de tener a un mago fértil era grande.

Algunas de esas familias fueron rechazadas lo mas sutilmente por Lucas, aunque su sutileza se expresaba con cartas explosibas y las otras, aquellas mas extremistas fueron contestadas con pociones y maldiciones por parte de Eudora.

Hubieron incluso quienes ofrecieron a sus sobrinos y primos menores para Pericles y Merlina, con la intención de acercarse al doncel.

En esos días la reja mordió a muchas personas y Largo tuvo que liberar a algunos magos de la plantas estranguladoras de Morticia, pero al final nadie se quedo cerca de la alocada familia al no poder aguantar sus excentricidades.

Con el cumpleaños numero 8 de Harry acercándose y con la abuela queriendo que sea el peor cumpleaños de su vida, decidieron maldecir la casa, mas de lo que ya estaba y para eso decidieron pedirle a Gringgots algunos rompe maldiciones.

Si bien podian maldecirla ellos mismos, los rituales les tomarian mas tiempo dado a que necesitaban prepararse con anticipacion y ellos en ese momento no tenian tiempo.

Ikka el duende a cargó del área y el mejor amigo del tío Cosa acepto con gusto el pago y le mando a los mejores rompe maldiciones que tenia disponible y con uno de ellos iba un joven mago de no mas de 17 años que estaba como aprendiz de Maxímo Brokman, un antiguo trabajador del banco.

-¿iremos a lanzar maldiciones?

El hombre de 58 años miro al adolecente, el cabello rojo, los ojos azules y las innumerables pecas en la cara haría que cualquier mago de Gran Bretaña lo reconociera como uno de los descendientes de la familia Weasley.

-si chico, no muchas veces podemos maldecir cosas, aprovecha la experiencia, los Addams usualmente prefieren maldecir sus cosas ellos mismos, pero como son squibs les toma mas tiempo, parece que esta vez por falta del mismo nos llamaron, así que toma tus cosas y prepárate por que tardaremos unos días allá y hay que tomar un traslador

Un poco confundido Willyam (Bill) se fue en dirección a su casa para sacar unas cuantas ropas y prepararse para el viaje internacional.

El traslador como siempre le ocasiono nauseas, al llegar al lugar que iban a maldecir no pudo evitar que el aire se le quedara en los pulmones, la mansión delante suyo que parecía abandonada y muy mal cuidada desprendía magia muy antigua, a la vez que se sentía maldita, muy maldita de hecho y se estaba preguntando porque querían maldecirla mas.

Cuando el y su maestro se estaban acercando a la reja para entrar esta se abrió sola y trato de morderlos, ambos sacaron sus varitas y estaban listos para lanzar hechizos cuando un grito los distrajo.

-MUENVANSE

-RAPIDO CORRAN

Un grupo de 4 rompe maldiciones que por el acento suponían eran del continente salieron despavoridos de la mansión, uno de ellos lanzó una pedazo de carne hacia la reja y mientras esta se habría para morderla, todos ellos salieron.

Una vez afuera todos cayeron al suelo exhaustos, sus ropas estaban cortadas por ciertas partes y algunos no tenían pantalones.

-¿están bien?-pregunto el adolecente

Los magos en ese momento vieron a los dos británicos que estaban parados al lado suyo y preguntaron que hacían ahí.

-vinimos por un trabajo del banco, ya saben para lanzar las maldiciones -respondio Bill con obviedad

-jajajaja que buen chiste -uno de los magos de río pero al ver que ninguno de los dos se reía pregunto -no hablan en serio ¿verdad?

Maxímo y Bill confirmaron que de hecho venian a maldecir la mansion, los magos palidecieron y les advirtieron antes de irse corriendo

-ustedes están locos, esa familia es un caos, si quieren nuestro consejo no entraran ahí, somos el cuarto grupo que ah tratado de maldecir la casa, pero ya esta tan maldita como para que siquiese levantemos nuestras varitas, y un consejo, aléjense de la muñeca de porcelana de la segunda habitación a la derecha del segundo piso, esa cosa esta poseída - grito uno de ellos

Sin  mas los hombres se fueron.

-bueno ver para creer dijeron, vamos Bill, hora de mostrar la valentía de Gryffindor - dijo Maximo empuñando su varita

Sin mas los dos lanzaron un pedazo de carne a la reja y entraron corriendo, al fin y al cabo el que no arriesga no gana y el trabajo tenia una buena paga, así que rompe maldiciones manos a la obra.