Capítulo 24

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Me quedo perfectamente quieta mientras mi maquillista me retoca el lápiz labial por última vez

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Me quedo perfectamente quieta mientras mi maquillista me retoca el lápiz labial por última vez. La mujer que me ve en el espejo definitivamente parece una novia, pero no estoy segura de sentirme como tal. Tal vez sea simplemente porque los nervios que esperaba sentir están notablemente ausentes, o tal vez sea la incesante charla que me rodea.

No estoy segura de cómo se supone que debe sentirse el día de una boda, pero no pensé que me sentiría tan sola, a pesar de que So-hee, So-Yeon y So Ss-ra están en los asientos a mi lado, arreglándose.

No han dejado de hablar sobre la hermandad de chicas de So-Yeo y las calificaciones de So Sa-ra, pero cada vez que traté de unirme a la
conversación, parecían descartarme. Hacía una pregunta y la conversación se estancaba, como si simplemente me estuvieran siguiendo la corriente con sus respuestas antes de voltearse para hablar entre ellas. Al final, decidí dejar que hablaran sin entrometerme. Sé que no lo hacen a propósito, pero de vez en cuando realmente me hacen sentir como una extraña. En días como hoy, eso duele más que de costumbre.

―Todo listo ―dice mi maquillista, y le sonrío en agradecimiento. Por un momento, me pregunto qué pensará Nam Joon una vez que me vea. Nunca me había sentido tan hermosa, y no puedo evitar imaginar la forma en que sus ojos se oscurecerán como lo hacen justo antes de besarme. Decir que estoy nerviosa por lo de esta noche sería decirlo suavemente, pero no tengo miedo de que me trate con crueldad. Tal vez realmente estoy cambiando una jaula dorada por otra, pero entre mi papá y Nam Joon, prefiero tener a Nam Joon.

Salgo de mis pensamientos cuando un suave golpe suena en la puerta, y me tenso cuando se abre antes de dar permiso para entrar. Mis ojos se abren con sorpresa cuando Ji-ah y Ha-ri entran juntas, seguidas por dos guardaespaldas en trajes negros.

―Faye ―dice Ha-ri, con una educada sonrisa en su rostro.
—Lamento mucho hacerte esto en un día tan importante, pero hubo un problema serio con tu vestido de novia, así que tuve que traerte uno diferente.

So-Yeon salta de su asiento, con el rostro contraído por la indignación.

―Eso es completamente inaceptable. ¿Tienes alguna idea de con quién se casa mi
hermana? ―comienza a decir, y sus palabras se apagan una vez que se da cuenta de con quién está hablando.

Ha-ri levanta la frente y la fija con una mirada.

―No creo que nos hayamos conocido ―dice, con la voz goteando de desdén.
—Soy Ha-ri Jeon.

Siempre he encontrado a Ha-ri intimidante, pero la versión de ella parada frente a mí en este momento es simplemente aterradora. Ji-ah ve a So-Yeo de la misma manera, tomándome por sorpresa. Aunque no conozco muy bien a ninguna de las dos, fueron increíblemente amables conmigo en Hawái. El cambio en el comportamiento es contrastante, y me cuesta todo no acobardarme.

UN MATRIMONIO NO DESEADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora