Capítulo 18

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18

Mi cuerpo está tenso por la anticipación cuando Faye y yo entramos en nuestra habitación

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Mi cuerpo está tenso por la anticipación cuando Faye y yo entramos en nuestra habitación. La observo atentamente, mi corazón late con fuerza.

Se aclara la garganta con torpeza y ve a su alrededor, y mientras observa nuestra piscina de inmersión, el jacuzzi y la terraza, yo la estudio.
Estoy cautivado cuando camina por la habitación, hasta que finalmente se detiene al lado de nuestra cama. Nunca he estado tan encantado por una mujer, y no tengo ni idea de qué hacer al respecto.

Sus mejillas son de un rojo brillante cuando levanta la cabeza para verme, sus ojos parpadean con una emoción que no puedo leer, pero quiero saber más. ¿Es timidez? ¿Nervios? ¿O es simplemente intriga?

―Esto parece un poco... inapropiado ―murmura, su voz es un tono más alto de lo habitual.

Nerviosa. Está nerviosa, y muy bien podría ser mi nueva mirada favorita en ella.

―¿Sí? ―murmuro.
—Adelante, díselo a mi abuela. Ella es quien arregló nuestro alojamiento. Si le dices que no puedes compartir conmigo, estoy seguro de que arreglará una nueva habitación para ti.

Sus ojos se abren como platos y su máscara de porcelana se agrieta, revelando su frustración en respuesta a mis palabras. Por un momento me pregunto si realmente saldrá de aquí para exigir una nueva habitación. Si lo hiciera, ¿qué haría la abuela? Pagaría mucho dinero por presenciar esa
conversación.

Aprieta los dientes y me lanza una mirada, sin darse cuenta de la forma en que mi polla se pone firme cuando me ve de esa manera mostrándome
sus verdaderos sentimientos. Estoy decidido a desentrañarla, pieza por pieza.

La observo mientras fuerza su máscara en su lugar, y su ira se disipa hasta que no queda nada más que esa expresión recatada que he llegado
a odiar. Anhelo realismo de ella con tal ferocidad debilitante, y no estoy seguro de por qué. Algo acerca de provocarla me hace sentir vivo en los días en que respirar parece demasiado difícil. Tal vez es porque reconozco el dolor oculto en sus ojos vacíos, o tal vez es simplemente porque soy un jodido idiota egoísta que busca la salvación en la única mujer que tiene el poder de destruirme.

Faye me ve, y no puedo leer su expresión. Cualquier intimidad que fomentamos en el avión se ha ido, reemplazada por temor.

―Entiendo que nos casaremos pronto, y una vez que lo estemos, no te negaré nada, pero hasta entonces, ¿estaría bien si te pido que te abstengas
de tocarme? Realmente no me importó durante nuestro vuelo, porque realmente pareció ayudarte, pero yo... no quiero...

Yo. Ella no me quiere.

El rechazo duele más de lo que esperaba, pero aun así sonrío mientras camino hacia ella.

―¿Me estás diciendo que me abrirás esas bonitas piernas en nuestra noche de bodas? ―murmuro, acercándome a ella. Agarro un mechón de su cabello y lo envuelvo alrededor de mi dedo, deseando poder tener más.

UN MATRIMONIO NO DESEADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora