Capítulo 50

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Me detengo en la puerta de nuestro dormitorio con los ojos muy abiertos.

―Mierda ―gimo mientras veo a mi esposa. Su cabello largo es de color rojo oscuro y está peinado en grandes ondas.

La forma en que el color contrasta con sus ojos azules es impresionante

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La forma en que el color contrasta con sus ojos azules es impresionante. Sin mencionar esos
jodidos jeans. Nunca la había visto en jeans, y su trasero se ve increíble.

Faye, vacilante, se lleva la mano a la cabeza, con las mejillas perfectamente sonrojadas.

―Mmm... ¿te gusta? Siempre quise teñirlo, pero tal vez fui demasiado impulsiva.

Camino hacia ella y la jalo bruscamente a mis brazos, mientras mis labios encuentran los suyos.

―Jodidamente impresionante ―murmuro entre besos, antes de levantarla por completo, necesitándola más cerca.

Se ríe contra mi boca cuando la coloco en nuestra cama, amando cómo su cabello se mueve a su alrededor. La forma en que me ve nunca dejará de sorprenderme. He puesto todas mis cartas sobre la mesa, y ella aún así me quiere igual. Es difícil creer que esta hermosa mujer es mi esposa.
¿Cómo tuve esta suerte?

―Te amo en jeans ―murmuro.
—¿Y tu cabello? Es realmente hermoso, bebé.

Ella se ríe cuando la pongo boca abajo en nuestra cama, y mi mano se mueve lentamente por su columna, hasta la curva de su trasero.

―Me preocupaba que no te gustara.

Agarro su trasero y lo amaso, perdiendo rápidamente la cordura.

―Siempre te ves hermosa, Faye. Podrías haberte teñido el cabello de cualquier color, y te hubiera quedado bien... pero ¿esto? Mierda. Pensé que te veías sexy antes, pero esto es irreal.

Alcanzo alrededor y busco a tientas el botón de sus jeans, haciéndola reír con mi impaciencia.

―No te reirás pronto ―le advierto cuando no logro desabrochar su botón. Ella me ayuda, y mi polla se sacude cuando le bajo los jeans, dejándolos envueltos alrededor de sus muslos.
Hay algo absolutamente hipnótico en la forma en que la tela roja transparente desaparece entre sus
mejillas, y la forma en que sus jeans se amontonan justo debajo de la curva de su trasero. Jodidamente hermosa.

UN MATRIMONIO NO DESEADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora