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El siguiente sábado, la rutina volvió a ser la misma: Hugo tenía entrenamiento y yo estaba lista para llevarlo. Sin embargo, una emergencia en el laboratorio de la universidad requirió mi atención inmediata. Miré a Hugo, que ya estaba listo con su uniforme de fútbol.

"Hugo, lo siento mucho, pero tengo que ir a la universidad. Mamá o papá te llevarán al entrenamiento," dije con pesar.

"Está bien, Sara," respondió Hugo con una sonrisa. "Puedo pedirle a papá que me lleve."

Le di un beso en la frente y salí apresuradamente hacia la universidad. El tráfico me retrasó aún más, y mi mente no dejaba de pensar en Hugo y en cómo se las arreglaría sin mí allí. Sabía que le hacía mucha ilusión que yo lo llevara, pero a veces las responsabilidades académicas eran inevitables.

Mientras tanto, en el campo de entrenamiento, Hugo llegó acompañado de nuestro padre. El ambiente estaba animado como siempre, y Hugo se unió rápidamente a sus amigos. No pasó mucho tiempo antes de que los jugadores del primer equipo del Athletic de Bilbao aparecieran para su propio entrenamiento. Entre ellos estaban Nico y su hermano mayor, Iñaki.

Hugo, con su usual entusiasmo, no tardó en acercarse a la línea lateral del campo principal para saludar a Nico. Nico, al verlo, le sonrió y caminó hacia él.

"¡Hola, Hugo! ¿Cómo estás?" preguntó Nico, agachándose para estar a su altura.

"¡Hola, Nico! Estoy bien. Sara no pudo venir hoy porque tenía cosas de la universidad," respondió Hugo con una mezcla de tristeza y orgullo por su hermana.

Nico asintió, y luego, con una mirada curiosa, preguntó: "¿Y cómo le va a Sara en la universidad?"

Hugo, encantado de tener la atención de Nico, comenzó a hablar con entusiasmo. "Sara es muy inteligente. Está estudiando Farmacia y siempre saca buenas notas. A veces me ayuda con mis deberes también."

Nico sonrió, escuchando atentamente. "¿Y qué le gusta hacer a Sara cuando no está estudiando?"

Hugo se detuvo a pensar por un momento. "Le gusta salir con sus amigos, leer libros, y a veces va a la playa. Pero últimamente ha estado muy ocupada con los exámenes."

Nico asintió nuevamente, su interés evidente. "Me alegra saber que le va bien. ¿Sabes, Hugo? Me gustaría conocer mejor a tu hermana. Creo que es una chica increíble."

Hugo sonrió ampliamente. "¡Sí, lo es! Sara es la mejor hermana del mundo."

Nico rió ante el entusiasmo de Hugo. "¿Y a ti te gustaría que fuera tu cuñado algún día?" preguntó con una chispa de diversión en sus ojos.

Los ojos de Hugo se abrieron de par en par. "¿Cuñado? ¿Significa eso que te casarías con Sara?"

"Bueno, eso es algo que tendríamos que ver en el futuro, pero me gustaría que Sara y yo estuviéramos juntos," dijo Nico con una sonrisa.

En ese momento, Iñaki, el hermano mayor de Nico, se acercó, habiendo escuchado parte de la conversación. "¿De qué estáis hablando vosotros?" preguntó con una sonrisa burlona.

"Nico dice que quiere que Sara sea su novia," respondió Hugo con la naturalidad de un niño.

Iñaki rió y miró a Nico. "Parece que tienes grandes planes, hermanito."

Nico se encogió de hombros, un poco avergonzado pero sin perder la sonrisa. "Sara es especial, Iñaki. Quiero conocerla mejor y ver a dónde nos lleva esto."

Iñaki asintió, con una expresión más seria. "Bueno, si realmente te importa, hazlo bien. Y Hugo, tú también puedes ayudar a tu hermana y a Nico, ¿verdad?"

Hugo asintió vigorosamente. "¡Claro que sí! Quiero que Sara sea feliz."

Los tres rieron y continuaron hablando un poco más antes de que Hugo tuviera que regresar a su entrenamiento. Nico se despidió de él y se unió a Iñaki en el campo, pero la conversación se quedó en su mente.

Más tarde ese día, cuando Hugo regresó a casa, estaba lleno de emoción y no podía esperar para contarle todo a Sara. Sin embargo, ella no volvió hasta la noche debido a su compromiso en la universidad. Cuando finalmente llegó, Hugo corrió hacia ella.

"Sara, Sara, ¡tengo que contarte algo!" exclamó, saltando de emoción.

Sara lo miró con una mezcla de cansancio y curiosidad. "¿Qué pasa, Hugo? ¿Cómo fue el entrenamiento?"

"Fue genial, pero lo más importante es que Nico me dijo que quiere conocerte mejor y que podría ser su cuñado algún día," dijo Hugo rápidamente.

Sara se quedó boquiabierta, sin saber qué decir al principio. "¿De verdad dijo eso, Hugo?"

"Sí, y también estaba Iñaki. Dijeron que te quieren mucho y que quieren verte feliz," respondió Hugo con una sonrisa.

Sara sintió una mezcla de emociones: sorpresa, alegría y un poco de nerviosismo. Decidió enviarle un mensaje a Nico para aclarar las cosas y expresar lo que sentía.

Mensaje a Nico.

Hola, Nico. Hugo me contó sobre la conversación que tuvieron hoy. Quería agradecerte por ser tan amable con él. También quería decirte que me encantaría conocerte mejor y ver a dónde nos lleva esto. ¿Te gustaría salir conmigo este fin de semana?

Sara envió el mensaje y se quedó mirando su teléfono, esperando una respuesta. No pasó mucho tiempo antes de que su teléfono vibrara con la respuesta de Nico.

Respuesta de Nico.
Hola, Sara. Me alegra que Hugo te haya contado. Yo también quiero conocerte mejor. Me encantaría salir contigo este fin de semana. ¿Qué tal el sábado a las 7?

Sara sonrió y respondió rápidamente.

Mensaje a Nico

Perfecto. Nos vemos el sábado a las 7. Estoy deseando verte.

Guardó su teléfono, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Sabía que este era el comienzo de algo nuevo y potencialmente maravilloso. Mientras se preparaba para la cena, no podía dejar de sonreír, pensando en lo que le depararía el futuro con Nico.

La semana pasó volando, y Sara y Nico intercambiaron algunos mensajes más, planificando su cita y conociéndose un poco mejor a través de sus conversaciones. Cuando finalmente llegó el sábado, Sara estaba llena de expectación.

Nico llegó puntual, y Sara se sintió como si estuviera flotando en una nube mientras caminaban juntos hacia un restaurante cercano. La cena fue relajada y divertida; ambos compartieron historias y rieron juntos, sintiendo que se conocían desde hacía mucho tiempo.

Al final de la noche, cuando Nico la llevó de regreso a casa, se quedaron un momento en el coche, hablando en voz baja. Finalmente, Nico se inclinó y la besó suavemente, un beso lleno de promesas y esperanza para el futuro.

"Gracias por una noche maravillosa, Sara," dijo Nico, sus ojos brillando bajo la luz de la luna.

"Gracias a ti, Nico," respondió Sara, sintiendo una calidez en su corazón.

Mientras subía las escaleras hacia su apartamento, supo que este era solo el comienzo de algo especial. No sabía exactamente qué les depararía el futuro, pero estaba emocionada por descubrirlo junto a Nico.

Nico ya tiene ganado a Hugo, ya sabéis darle ⭐, vos estimee.

DESTINO//NICO WILLIAMS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora