DESTINO//NICO WILLIAMS

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El gran día había llegado, y la emoción en el aire era palpable. Iñaki y Patricia estaban a punto de dar un paso muy importante en sus vidas, y todos estábamos ansiosos por celebrar con ellos. La boda prometía ser un evento espectacular, lleno de amor, alegría y momentos inolvidables.

Desde temprano en la mañana, la casa estaba llena de actividad. Clara, mi mejor amiga y dueña de "Menorca Style", había venido para ayudarme a prepararme. Ella había diseñado especialmente para mí un hermoso mono rojo que me hacía sentir como una princesa. Estaba encantada con el resultado, y no podía esperar para mostrárselo a Nico.

-Sara, vas a lucir increíble con este mono. Es perfecto para ti -dijo Clara, sonriendo mientras me ayudaba a ajustarlo.

-Gracias, Clara. Es realmente bonito. No sé qué haría sin ti -respondí, dándole un abrazo.

Después de vestirme, Clara me ayudó a arreglarme el cabello y a maquillarme. Optamos por un peinado elegante pero sencillo, con ondas suaves que caían sobre mis hombros. El maquillaje realzaba mis rasgos naturales, dándome un aspecto radiante y fresco.

Justo cuando terminamos, Nico apareció en la puerta, vestido con un traje elegante y una corbata roja a juego con mi mono. Mi corazón dio un vuelco al verlo; estaba increíblemente guapo.

-¡Wow, Sara! Estás impresionante -dijo Nico, acercándose para darme un beso.

-Tú también te ves increíble, Nico. La corbata te queda perfecta -respondí, sonriendo.

Clara nos miró con una sonrisa satisfecha.

-Vosotros dos sois la pareja perfecta. Ahora, vayan y disfruten de la boda. ¡Diviértanse mucho! -dijo, dándonos un último abrazo antes de despedirse.

Con todo listo, nos dirigimos al lugar de la ceremonia. Se celebraría en una hermosa finca en las afueras de la ciudad, rodeada de jardines y con una vista espectacular. Al llegar, fuimos recibidos por los organizadores y guiados hacia el área de la ceremonia.

El lugar estaba decorado de manera exquisita, con flores frescas, luces colgantes y detalles románticos en cada rincón. Nos encontramos con amigos y familiares, todos emocionados por el evento.

Finalmente, llegó el momento de la ceremonia. Todos tomamos nuestros asientos y esperamos ansiosamente la llegada de los novios. La música comenzó a sonar suavemente, creando un ambiente mágico.

Patricia apareció primero, caminando hacia el altar con una sonrisa radiante. Su vestido de novia era un sueño hecho realidad, con detalles delicados y un velo que caía elegantemente. Iñaki la esperaba al final del pasillo, con una expresión de amor y admiración en su rostro.

Cuando Patricia llegó al altar, Iñaki tomó su mano y ambos se miraron con una intensidad que dejaba claro cuánto se amaban. El oficiante comenzó a hablar, y la ceremonia se llenó de palabras hermosas y significativas.

-Hoy, celebramos la unión de Iñaki y Patricia, dos almas que han encontrado el amor verdadero. Prometemos apoyarlos y estar a su lado en cada paso de su vida juntos -dijo el oficiante, mirando a los novios con calidez.

Las palabras resonaban en el aire, y no pude evitar sentirme emocionada. Miré a Nico, y él me devolvió la mirada con una sonrisa tierna. Sabía que algún día nosotros también podríamos estar en el lugar de Iñaki y Patricia, prometiéndonos amor eterno.

Los votos de Iñaki y Patricia fueron sinceros y conmovedores. Hablaron sobre su viaje juntos, los desafíos que habían superado y el amor incondicional que compartían. No había un ojo seco en la audiencia cuando terminaron.

-Patricia, te prometo amarte, respetarte y apoyarte en todos los momentos de nuestra vida juntos. Eres mi mejor amiga, mi compañera y el amor de mi vida -dijo Iñaki, con la voz cargada de emoción.