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El sol de la mañana iluminaba la habitación de Sara, anunciando la llegada de un día muy especial: su cumpleaños número 22. El aroma del café recién hecho invadía la casa, mezclándose con la brisa fresca que entraba por la ventana abierta. Sara se desperezó lentamente, disfrutando de la calidez de las sábanas y la tranquilidad del momento.

Hoy no era un día cualquiera. Nico había estado preparando algo especial, y la emoción se palpaba en el aire. Al levantarse, Sara encontró una nota en su mesita de noche, escrita con la letra inconfundible de Nico: "Feliz cumpleaños, mi amor. Prepárate para un día inolvidable. Te espero en la cocina."

Con una sonrisa de anticipación, Sara se dirigió a la cocina, donde encontró a Nico preparando un desayuno espectacular. La mesa estaba cubierta de frutas frescas, croissants recién horneados, y su café favorito, junto con un ramo de flores hermosas en el centro.

—¡Feliz cumpleaños, Sara! —dijo Nico, acercándose para abrazarla y besarla suavemente en la frente—. Espero que tengas hambre.

—¡Gracias, Nico! Esto es increíble. No puedo esperar a ver qué más tienes planeado —respondió Sara, con una sonrisa radiante.

Después de un desayuno lleno de risas y conversación, Nico le entregó a Sara una pequeña caja envuelta con un lazo rojo.

—Este es solo el comienzo, pero quería darte algo especial para empezar el día —dijo Nico, observándola con ojos brillantes.

Sara desató el lazo y abrió la caja, revelando una hemorsa pulsera con un colgante en forma de corazón. Dentro del corazón, había una pequeña inscripción: "Siempre juntos".

—Nico, es precioso. Me encanta —dijo Sara, emocionada—. Gracias, amor.

—Me alegra que te guste. Ahora, prepárate, porque tenemos un día lleno de sorpresas —dijo Nico, guiñándole un ojo.

La primera parada del día fue un spa, donde Sara disfrutó de un masaje relajante y otros tratamientos de belleza. Era el regalo perfecto para ella, un descanso merecido después de sus agotadores exámenes finales. Sara se sintió renovada y lista para lo que viniera a continuación.

Después del spa, Nico la llevó a un parque cercano, donde habían organizado un picnic sorpresa con algunos de sus amigos más cercanos. Todos estaban allí, esperando para celebrar con ella. El parque estaba decorado con globos y guirnaldas, y había una mesa llena de deliciosas comidas y bebidas.

—¡Feliz cumpleaños, Sara! —gritaron todos al unísono, mientras ella se acercaba con Nico.

Sara se sintió abrumada por la emoción al ver a todos sus amigos reunidos para celebrar su cumpleaños. Pasaron la tarde disfrutando del sol, jugando a juegos y compartiendo historias y risas. Era el tipo de celebración que Sara había deseado, rodeada de las personas que más quería.

Más tarde, después de despedirse de sus amigos, Nico llevó a Sara a una elegante cena en uno de sus restaurantes favoritos. El ambiente era romántico y acogedor, con velas parpadeantes y música suave de fondo. La cena fue exquisita, con platos deliciosos que hicieron que la noche fuera aún más especial.

—Nico, este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida. Gracias por todo —dijo Sara, tomando la mano de Nico a través de la mesa.

—No hay nada que no haría por ti, Sara. Eres mi todo, y quiero que siempre te sientas especial y amada —respondió Nico, mirándola con ternura.

Después de la cena, Nico llevó a Sara a un mirador con vistas panorámicas de la ciudad. Las luces brillaban como estrellas, y el paisaje era absolutamente impresionante. Allí, Nico sacó otra pequeña caja de su bolsillo.

—Hay una última cosa que quiero darte hoy —dijo Nico, entregándole la caja a Sara.

Dentro de la caja, había una llave. Sara la miró, intrigada.

—Es la llave de nuestra nueva casa. He estado trabajando en esto en secreto, y creo que es el momento perfecto para que comencemos este nuevo capítulo juntos —dijo Nico, con una sonrisa esperanzada.

Sara se quedó sin palabras por un momento, abrumada por la sorpresa y la emoción.

—Nico, esto es... increíble. No puedo creerlo, si tu casa estaba perfecta, te habrá costado una pasta—respondió, abrazándolo con fuerza.

—No hay nadie con quien prefiera compartir mi vida que contigo, Sara. Feliz cumpleaños, mi amor —dijo Nico, besándola suavemente.

La noche continuó bajo las estrellas, con Sara y Nico disfrutando de la belleza del momento y de su amor. Era el comienzo de un nuevo capítulo en su vida juntos, lleno de promesas y sueños compartidos. Y mientras se abrazaban, Sara supo que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían el amor y el apoyo mutuo para enfrentarlo todo.

Es un poco corto pero bueno, me gustaría hacer una historia de Julián Álvarez, ¿Qué os parece? Ya sabéis darle ⭐, vos estimee.

DESTINO//NICO WILLIAMS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora