Capítulo 19 - La Batalla Fronteriza (Parte 2)

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HISTORIA - 9 de noviembre de 2991

Los avances por mar, aunque fueron un auténtico quebradero de cabeza para coordinar la flota de Erdar con las flotas de Yandar y Gunthar ―más aún por la noche―, el ataque se llevó a cabo como era deseado. La estrategia consistió en un ataque coordinado contra los islotes más cercanos, y, desde ahí, desplegarse por los que se encontraban por los alrededores del territorio marítimo de la provincia de Ilak.

De esa forma, los irchenos lograrían cortar las comunicaciones de Ilak con el resto del archipiélago karzaquistano, quedando el territorio menos poblado de la nación de Karzak solo en la contienda contra tres islas. No obstante, eso solo sería para los irchenos una forma temporal de lograr la ventaja inicial en esta guerra, pues, tarde o temprano, llegarían las noticias de alguna manera.

Un problema que hubo en la estrategia, fue que, al final, algunas ínsulas lograron transmitir al soberano de Ilak el aviso de ser atacadas, lo que pudo ayudar a organizar una defensa por el territorio. Sin embargo, esto era algo que ya resultaba indiferente para el ejército ircheno, pues la captura de los puestos de guarnición ya se había llevado a cabo, y pronto comenzaría el siguiente paso de la invasión, el avance por tierra.

* * *

Sin lugar a duda, aquella iniciativa a gran escala estaba dando resultado, pues la campaña se trataba de un enfrentamiento entre soldados bien preparados para realizar un ataque sorpresa, frente a un contingente que recién se estaba organizando.

Otro punto a favor para los irchenos, era que, el general al mando de aquella operación, se trataba de uno de los veteranos más aclamados por, no solo los altos mandos del Ejército Ircheno, sino por el propio General de Irchar, quien no puso en duda en dejarlo a cargo de la administración de la provincia de Erdar: el teniente general Piozar Fron. Era alguien parecido al general Aklar, un hombre de carácter fuerte, poco dispuesto a la actividad sedentaria, pero con una mente muy fría.

Una vez llevada a cabo la operación por mar, el general Piozar iniciaría la movilización de la décima división irchena, con diez mil hombres, atacando la parte central de las comarcas fronterizas de Ilak. Siguiendo la línea de avance que recorrería la sexta división proveniente de Yandar, y la octava de Gunthar, atacando estas las zonas norte y sur respectivamente.

El general Piozar esperó a que llegara el mensajero que le confirmaría la oportunidad de avanzar. Y cuando la nueva llegó, el general daría inicio a la ofensiva, no sin antes soltar un discurso a sus hombres, montado en su caballo pardo.

―¡Guerreros de Erdar! ¿¡Recordáis lo que ocurrió aquí hace treinta años?!― comenzó a hablar el general Piozar lanzando aquella pregunta ―¡Muchos sois jóvenes para recordarlo con vuestros propios ojos! ¡Pero yo lo recuerdo todo perfectamente! ¡Hace treinta años, los karzaquistanos sometieron nuestras tierras! ¡Demasiadas personas murieron por su tiranía! ¡Todos los que gobernaban por aquel entonces fueron ejecutados! ¡Mi padre fue ejecutado! ¡Vuestros abuelos y padres fueron ejecutados, o, en el mejor de los casos, torturados bajo la opresión! ¡El General de Irchar nos salvó de aquel infierno! ¡Nos devolvió el orgullo que nos arrebataron!

Todos los soldados clamaban esas palabras golpeando con sus armas los escudos que portaban.

―¡Los karzaquistanos le devolvieron ese favor, atacando su ciudad días atrás!― bramó el general ―¡Cientos de inocentes y cientos de guerreros fueron exterminados!

Otra oleada de golpes de escudos se escuchó tras esa pronunciación.

―¡No permitamos que aquellos que nos salvaron sean castigados! ¡Debemos vengarlos! ¡A nuestros camaradas! ¡Nuestros hermanos!

Las Guerras de Oriennón (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora