Cap. 4 Entre hadas inútiles te veas

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Harry no tuvo mas remedio que cargar a Diandra y llevarla a su habitación, depositándola en la cama y mirándola de pies a cabeza, parecía una muñeca inútil, porque era preciosa, pero no servía para nada.

Así que te arrancaron las alas – dijo el chico cansado

Lo merecía...

¿Qué hiciste?

¡No te importa!

Oye Diandra...  escúchame... buscaremos la manera de que regreses con los tuyos ¿está bien? no es tu mundo, lo acepto... pero por lo menos... podrías ser mas tolerante...

Yo...

¿En verdad querías morir?

Di que era como le decían el resto de las hadas, miró por un momento a Harry, la verdad es que estaba resignada a morir.

No quería morir – dijo la chica – Un hada tan hermosa como yo... merece tener su propio reino y otras hadas a su servicio...

Harry alzó las cejas ante el sueño de grandeza que Di tenía, pero solo alcanzó a suspirar, y miró sus ropas – necesitas ropa limpia, veré que encuentro – dijo y salió de la habitación, buscando a Hermione.

¡Pasa Harry! – dijo la chica, Ginny estaba con ella, platicando

No las quiero molestar... solo que... necesito que me presten algo de ropa...

¿Crees que al hada le guste?

No queda de otra – tomó los jeans y una camiseta que Hermy le dio.

Dime una cosa Harry... ¿Qué crees que pase con nosotros? ¡Estamos atrapados aquí!

Tenemos que buscar la manera de irnos Hermy... pase lo que pase, con maldición o sin ella, pero tenemos que irnos...

¿Qué harás con tu hada?

La regresaremos a su mundo... en cuanto encuentre la manera...

Es hermosa ¿verdad? – sonrió Hermy

Es un hada, un ser mágico... y la veo como tal... además es de la familia oscura, creo que entre mas pronto encuentre la manera de regresarla al bosque sin que nada le pase, será suficiente.

Cuando Diandra vio lo que Harry pretendía darle, creyó que bromeaba ¡en su vida se pondría ropa humana! Ella era un hada y no merecía su cuerpo utilizar las telas corrientes que usaban los magos, por lo que le costó a Harry otra rabieta.

-¡No me lo pondré jamás! ¡Soy un hada, mis ropas están hechas con flores, con el halo de luz, tejido con estrellas, con los rayos de sol cuando tocan al alba!

-lo siento mucho, pero yo no puedo hacer nada mas... tienes que cambiarte la ropa, te prometo que mañana busco algo mas... adecuado – Harry ya tenía el terrible dolor de cabeza a punto de hacerle estallar, cuando Marius entró un momento y arrojó unos vestidos a la silla.

-Estos servirán... vístela – dijo

-¿Vestirla? – frunció el ceño.

Marius sonrió con ironía y se marchó, Harry acercó los vestidos y le dio uno a Diandra, por lo menos tenía un color oscuro y la tela era de suave y vaporosa tela.

-Póntelo

-Bien – dijo Di, y miró fijamente el vestido y no pasaba nada, por un largo minuto no pasó nada, y el chico le miró extrañado, ¿Por qué no se vestía?

-¿Qué pasa? ¡Póntelo!

-¡No puedo! – Gimió – No funciona... no puedo vestirme...

-¿Qué estás diciendo? – Preguntó Harry con el corazón saltándole – es fácil, solo, pásalo por tu cuello y...

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora