Cap. 30 "Un triste sello irrompible"

9 1 0
                                    


Venus era hermosa y simpática, y trataba de interponerse entre karin y Ron cuando podía, ya que cuando se distraía, Karin recuperaba la atención del pelirrojo y lo trataba de hipnotizar con su falsa sonrisa.

-¡Ay Ronald! Me tienes tan abandonada… ¿Prefieres a Venus antes que a mi? ¡Eso me pone muy triste y con ganas de llorar!

-¡No princesa! NO, tú no puedes llorar porque es malo para las hadas ¡Claro que tu estás en mi corazón! Pero no puedo ser grosero con Venus ¡Es un hada preciosa!

-¿Mas hermosa que yo?

-No hay punto de comparación princesa… pero ella es…

-¡Ron! – Llegó Venus y lo tomó del brazo - ¡Vamos a dar un paseo por el poblado! – y se lo llevó, ante la molestia de karin, pero ella no podía arriesgarse a que Venus le comentara algo a su esclavo…

-Maldita Venus ¡Pero no me quitarás a mi esclavo así tenga que seguir mintiendo y fingiendo que soy la más dulce del mundo mágico! ¡Te crees superior a mí, pero no lo permito, lo que es mío, es mío!

-Te ves perturbada princesa – de repente interrumpieron sus banales pensamientos – era Nienna.

-¿Eh?

-¿Preocupada por que Venus se ha apoderado de tu humano?

-Ronald tiene el corazón sensible, es tan bueno, que no puede decirle que no, a Venus… pero si quiero que regrese a mí, solo tengo que tronar los dedos… y el vendrá a mi de inmediato.

-Quisiera verlo…

-¿Qué quieren probar todas ustedes, eh? Ese humano es mí esclavo hasta que a mi se me pegue la gana… y Venus solo pierde su tiempo…

-Karin ¿En verdad no sientes nada por el mago? ¿Un poquito de… amor, algo? Por lo menos te cae bien ¿No?

-Nienna… Ron me da lo mismo, me sirve bien… es buen criado… ¡Y no lo perderé por culpa de Venus! Así que déjame en paz con tu filosofía barata sobre como deben actuar las hadas ¡Soy un hada real de la música y tengo buen corazón!

-¡Eso ni tu te la crees! Mab seguramente acaba de perder una vida por tus palabras idiotas… Óyeme esto Karin Akeelah… para que los magos puedan romper la maldición, necesitan el motor principal que es amor… y tú no lo puedes dar… Cuando llegues a tu reino… déjalo ir y olvídate de el… Nunca ¿escuchas? Nunca lastimes a un mago tan sensible como el… porque podrías perder la mitad de tu vida.

-JA – Rió con ganas el hada, pero en el fondo sentía una amargura muy grande y le preocupaba que Venus le quitara a su esclavo, así que en la noche, Ron cuando regresó de su largo y entretenido paseo, escuchaba a alguien que sollozaba… karin comenzaba su teatro.

-¿Princesa? ¿Qué te pasa?

-¡Oh! ¡Ronnie! – Murmuró con dulzura…

-¡No, no debes llorar princesa!

-¡Es que estoy triste! El día de hoy me has abandonado tanto, por Venus.

-¡Princesa!

-¿Ya no me quieres? – Murmuró - ¿Ya no quieres estar conmigo porque te molesto mucho? ¡Oh, Ron, lo siento tanto!

-¡No, no princesa, no te disculpes! ¡Es mi culpa por dejarte sola, si yo se que te gusta que este junto a ti!

-Después de que yo… yo… ¡Te cante la melodía once!

-Karin… - sonrió Ron con los ojos redondos y brillantes… pero en ese momento, el pelirrojo se paralizó y se vio como un halo de luz se desprendió de sus cabellos, en forma de una esfera negra que se rompió de inmediato en el aire…

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora