Cap. 25: "Una linea de luz"

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Draco estaba despierto sobre su cama, inquieto, mirando fijamente al otro lado en donde estaba ella, la sangre sucia, solo los dividía una cortina enorme que volaba con el aire que se colaba, el solo recordaba las veces que la había espiado y sentía que le hervía la sangre, no lo podría resistir mucho, esa sangre sucia se le había metido muy dentro…

Se puso de pie y camino lentamente hacia esa parte de la enorme habitación, ella ya estaba dormida, Draco, descubrió las cortinas y ahí estaba la castaña, dormida y destapada, con una bata delgada, la cual le marcaba su cuerpo y el chico estaba absorto, sería por el tiempo que los habían empujado a estar juntos, por el hecho de que la había espiado…

Sus ojos recorrieron su anatomía, una ola de deseo explotaba en el, sentía la maldita necesidad de tocarla… se acercó lentamente y sin hacer ruido, y se atrevió… si, algo lo impulso y no se dominó, con la yema de sus dedos, comenzó a recorrer el cuerpo de la chica, desde las piernas, la rodilla, hacia su abdomen, hacia su pecho… a veces su mente le decía “para” pero sus manos le decían “sigue” y cerró los ojos mientras acariciaba sus bubis.

Se detuvo cuando ella lanzó un gemido, entre el sueño, indicándole que quizá lo sentía agradable, y siguió acariciándola… lentamente… suavemente… era un experto… y continuó, cerrando sus ojos, le parecía increíble, pero… finalmente ante tanta insistencia, ella abrió sus ojos espantada y el se detuvo… sin quitar la mano.

-¿Qué crees que haces? – Chillo con el corazón agitado, finalmente tantas caricias, habían echo que se alborotara.

Pero el no respondía, sus ojos grises estaban oscurecidos, y ella se quedó quieta, asustada ¿Qué le pasaba a Draco? ¿Por qué la estaba manoseando de manera tan inquietante? Y lo supo enseguida, cuando se dio cuenta, él estaba sobre ella… iba a besarla… Ella definitivamente gritaría…

Los labios de Draco se sentían tan suaves, ella no sabía como actuar, estaba atontada, solo sentía como el se aprovechaba de su boca, besándola con intensidad, pero lo más extraño era… ¡Se supone que ella lo detestaba! ¿Cómo es que estaba dejando que el se aprovechara de esa manera? ¿Por qué no lo pateaba y lo golpeaba y lo tiraba de su cama?

-Déjame – Gruñó débilmente… pero… maldita sea, el chico besaba muy bien… y no le decía nada, no hablaba nada, solo continuó besándola y ella… pudo maldecir su debilidad, pero no opuso resistencia, cuando él le quitó el camisón, ella solo pudo cerrar los ojos y dejarse llevar…

Lis-Ek escuchó un ruido fuerte y apareció en la sala de los sellos, el segundo solo estaba agrietado… al parecer había habido otra conexión, pero no tan fuerte, porque el sello permanecía intacto, aunque había quedado desquebrajado.

Draco regresó a su propia cama un par de horas más tarde, dejando sola a Hermione, mientras esta, lloraba silenciosamente ¿Cómo era posible que le había entregado su primera vez a ese? Quien ni siquiera le había dicho una palabra de amor o por lo menos de odio… Pero por lo menos, no había sido un bruto… el chico si sabía lo que hacía… y muy bien, la había lastimado lo menos posible y para desgracia de Hermy, su cuerpo había respondido bien.

Draco durmió como un angelito, y con una breve sonrisa en sus labios… había conseguido su fechoría… Después de desear tanto a la chica desde que la viera en paños menores a través del espejo, el deseo se había despertado en el y odiándola, la deseaba… ahora había sido suya… era una locura, pero ya estaba hecho…

-¿Se rompió otro sello? – Apareció Smyle ante Lis-Ek quien revisaba el sello.

-Estos no están bien conectados, les falta algo… solo le hicieron una grieta al sello…

-¿Quiénes son?

-REVELARE – Dijo Lis hacia el enorme sello de piedra y en éste se reflejaron los rostros de la pareja – Muy interesante… relación odio-amor, demasiado peligrosa, suelen ser de las más fuertes, sin embargo, nada se ha concretado aún, la conexión aún no es muy fuerte…

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora