cap. 80: El comienzo de un final feliz

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Y cuando apareció frente a ella... se quedó sin habla...

Adrien Zane estaba ahí, con sus libros bajo el brazo, la lista de asistencia y un semblante adusto... Ginny no tuvo palabras durante unos segundos... ¡El estaba ahí! Alto, guapo, vestido de manera elegante y con un suave aroma masculino tan único...

-Soy su nuevo profesor señorita Weasley... Adrien Zane, por si no sabe mi nombre... enseñaré Defensa contra las artes oscuras todo este año... seré muy estricto y solicite su presencia porque no admito faltas de los alumnos

Los ojos marrones de la chica se llenaron de lágrimas

-Y me temo que de ahora en adelante – se inclinó hacia ella – tendrás que esforzarte y no faltar a mi clase, o tendré que castigarte...

-A-Adrien...

-Ya estoy aquí Ginny... - soltó los libros y le tomó el rostro con delicadeza y dulzura impropia de un elfo oscuro, luego la abrazó largamente y le dio un beso tierno en sus labios

-¿Serás mi profesor? – Hipó con el rostro manchado de lágrimas

-Todo un año pelirroja...

-¿Y después?

-Después... si me aceptas... podríamos, no se... concentrarnos en nosotros... en recuperar a Rubecca...

-¿Recuperarla?

-Cuando decidí perderla para salvarte... no la destruyeron por completo... al menos eso fue lo que nuestro Dios Eru nos dijo... una parte de ella se quedó en ti... aquí – señaló su vientre – y la otra parte en mí, en forma de semilla...

-¿De verdad?

-Y solo es cuestión de que tú aceptes mi semilla, para que se fecunde y ella resurja...

-Siempre eh... he sentido un vacío en mí... porque me falta ella y me faltas tú... y lo sabes bien... ¡Oh, por Dios, ansiaba tanto volver a verte!

-Ya estoy aquí... por ti mi pequeña bruja pelirroja...

-¡Adrien! – lo abrazó por el cuello y se besaron largamente...

-Aun así – Murmuró Adrien bajo esos labios urgentes – Te castigaré si vuelves a faltar a clases... no quiero una esposa a la que le guste jalarse las clases... ¿Qué ejemplo crees que le darás a Rubecca cuando nazca y sepa que su madre odiaba entrar a clases?

-¡Adrien! – Chilló graciosamente - ¿Y Andrae? ¿Qué hay con tu hermano?

-Está bien, ocupándose de la aldea y Altariel se quedó haciéndole compañía... y se quedó como líder, porque aún no se, en donde viviremos... mi isla queda muy lejos para tu familia... así que, estaré aquí en tanto...

-Yo iré a donde tú quieras que vayas...

-Tal vez me construya una vivienda cerca de tu casa... para que no estés tan lejos de tu familia...

-Pero tú si estarás....

-No te preocupes amor... las puertas se abrieron de nuevo, podremos visitar a mi hermano... el a nosotros...

Ella se limpió el rostro y se quedó abrazada por largo rato... en ese momento, se sentía casi completa... tenía a Adrien, solo faltaba Rubecca... pero había esperanzas, de que ella surgiera de nuevo y entonces sí... todo estaría completo...

Claro que su madre pegaría el grito en el cielo y exigiría que nada de matrimonio hasta que no tuviera una profesión, porque ella no podía desperdiciar su inteligencia... Adrien estuvo de acuerdo, el amaba tanto a Ginny que podría esperar cien años si era necesario para casarse...

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora