Cap. 60: El despertar del ángel de la sanación

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También Aldrick dejaba a Monique en el piso y ella suspiraba por haberlo tenido así... 

-¿Estás bien princesa? 

-Gracias Aldrick... Es un gusto... verte bien... 

-Vamos, ya casi llegamos... 

Cuando entraron al campamento, todo fue fiesta por parte de las hadas, el ver viva a Monique y a Willowmena era todo un acontecimiento... pero la fiesta terminó cuando la muerte de Karin, les invadió de tristeza. 

Harry iba junto de Ron, cuando Diandra salió a su encuentro y corrió hacia el... intentó abrazarlo, pero Harry la rechazó amablemente, enseguida ella quiso besarlo, pero de nuevo el moreno la rechazó... 

Al principio ella no entendió el motivo, hasta que Harry le hizo una seña con los ojos hacia Ron, quien se había quedado en un rincón y los medio miraba... con esos ojos hundidos por las lágrimas... 

Y que parecían decirles... ¡Yo nunca volveré a abrazar y a mirar a karin! O ¡Nunca volveré a robarle un beso y ver su dulce sonrisa de nuevo! 

Entonces Diandra no insistió, ella también estaba afectada por la muerte del hada, que si bien la detestaba, tampoco le deseaba la muerte... 

Pero tampoco quería mirar a Ron, que seguía diciendo con sus ojos húmedos ¡Dichoso Harry, que todavía tienes a Diandra, que todavía puedes abrazarla y besarla!

Ron se quedó al margen del dolor y la tristeza, mirando el cielo, en el cual, las estrellas comenzaban a asomarse, hasta que se acercó Monique que lo miraba con infinita compasión y lo tocó para darle ánimos, retirándose de inmediato... y apenas ella se hubo ido, todas sus heridas sanaron milagrosamente... 

Ron no dijo nada de lo que había ocurrido, demasiado triste estaba... en ese momento, aunque si le pareció un poco extraño que un hada tan enfermiza como Monique pudiera hacer eso...
En fin, pese a todo, Ron se quedó ahí, contemplando a las estrellas, mirando a todas, esperanzado que alguna de ellas, fuera Karin, que lo mirara desde el cielo. 

Y era obvio que aquella no era buena noticia para Irina, cuando se enterara que su hija había muerto por defender al mago y que Monique, estaba viva...

Todos los que estaban en el campamento en ese momento, hicieron una fogata con fuego sagrado en medio y oraron, oraron por el alma de Karin, cantaron cánticos tristes y sonatas dolientes... Los demás llegarían por la mañana, pues ya habían iniciado el viaje, pero ya no era tan necesario que llegaran a la oración por el alma de Karin. 

Ron no participó de aquello, el chico prefería quedarse ahí, en lo alto de la colina, mirando al cielo, mientras le lloraba y le repetía:

"Yo nunca os olvidaré"

Amanecía... la fogata ya hacía un buen rato que dejaba de arder, todos dormían a su alrededor, bueno casi todos, porque Draco no había podido cerrar los ojos, recordando una y otra vez la muerte de Karin por Ron... y el apretaba fuertemente a Hermione contra su pecho y entraba en pánico de solo pensar en perderla. 

-No quiero perderte Hermione... no quiero perderte... - y acariciaba su castaña cabellera, la cual, la tenía más larga que de costumbre y tan alborotada como siempre. 

Pero no podía dormir... 

Otros que no dormían, y estaban en un apartado, eran Monique y Aldrick, ambos, por fin después de varios meses, se veían de nuevo, pero el elfo aún no le decía nada acerca de sus sentimientos... tenía miedo de que ella lo negara... 

-Temí no volver a verte princesa – Murmuró el elfo con los ojos brillantes, mirándola con una inocencia y una paz que enmudecía a cualquiera – Estaba tan enferma princesa... pero a pesar de esa palidez, luce usted tan hermosa... 

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora