cap. 42: "Extraños en el corazón"

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La junta élfica era lo más maravilloso que se podría imaginar, todos estaban con sus mejores vestimentas… excepto los magos, claro, todos portando coronas y tiaras brillantes, así como sus cetros y báculos de poder, cualquiera de ellos podían cortarles la respiración.

La que estaba al frente era Enywen, con sus dos concejales y enfrente, Sakay con su comitiva y a los lados, los hechiceros y las hadas… escuchando lo que habrían de hacer cuando dirigieran sus pasos al bosque.

-Realmente no conocen todo detrás de la maldición del bosque – Dijo uno de los concejales a los hechiceros – Ni siquiera su descendiente Marius Jackard…

-¿No? – Interrogó Marius con el ceño fruncido - ¿Acaso hay algo más que deba saber?

-Hay algo más profundo y algo más caótico en este asunto, pero no te lo podemos decir – Dijo Enywen – Es algo que no nos corresponde…

-¿Algo se los impide? Si yo supiera todo en este momento…

-Si supieras todo en este momento… No acabarías lo que se ha comenzado…

-No me parece justo no saberlo – Protestó Marius

-Lo lamentamos, pero es así… solo les puedo dar una pista de lo que pasará en ese sitio… lo único que puede vencerlo, es el amor y el sacrificio…y nada superficial, tiene que ser de corazón…

-¿Amor y sacrificio?

-Pruebas difíciles esperan… muy difíciles...

-Sin embargo, haremos un comité para acompañarlos hasta los linderos del bosque… Además, primero deben hacer una parada en el río de los siete arcoiris, donde vive la princesa Akeelah, para que Aldrick la deje en su hogar y nosotros continuemos nuestro camino.

-¿No nos acompañarás? – Se volvió Ron a preguntarle a Karin, mientras ella hacía todo lo posible por soportar que le tomara la mano, mientras que Venus miraba de reojo el engaño cruel.

-No Ronald…

-La princesa Karin ha pasado mucho tiempo fuera de casa, así que su lugar está ahí… claro que los acompañe o no, es decisión de ella y de su madre, la reina Irina…

Ron se puso pálido y una sombra oscura y triste acompañó sus ojos marrones…

-¿Puedo hablar con mi madre?

-De que terminemos esta junta, la llevaremos…

-¿Podemos conocer tu comarca, princesa Enywen? – preguntó Harry

-Claro que si, pero escoltados, no quiero que se pierdan o se vayan a meter en problemas… y no se preocupen por las escoltas, serán como sombras…

-Gracias… Vamos Diandra… eh… ¿Vienes Hermione? – Se volvió Harry hacia la castaña, tenía ganas de que ella le contara todo lo que había pasado.

-Bueno, yo… - y se volvió a mirar su mano, la cual Draco la tenía firmemente atrapada.

-Ve con ellos, yo tengo que hablar con Blaise – dijo el rubio.

-Bien – murmuró y se fue al lado de Harry quien estaba sorprendido…

Harry miraba absorto a Hermione que le acababa de decir que ella y Draco habían comenzado una relación amorosa… no lo podía creer ¿Cómo su mejor amiga se había enredado con ese tipejo? Hasta Ron que les había dado alcance estaba muy pálido.

-¿Por qué Hermione?

-¡No lo se! – Exclamó – Solo se dio ¿si? Solo se dio… oigan, yo también me siento confundida… en verdad lo lamento mucho… Pero creo que… estoy enamorada de Draco…

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora