Cap. 39: "Sentimientos encontrados"

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Ella estaba semi dormida… cuando él entró en su camarote… sigilosamente, se acostó en su cama de flores, la abrazó, la atrajo hacia el, y atrapó sus labios con su boca… un beso largo y silencioso… delicioso… unas manos grandes y rasposas que volvían a recorrer su cuerpo… ella lanzó un ruidito amoroso y…

Karin Akeelah abrió sus ojos con violencia y se incorporó… agitada, sudando, y casi temblando, pero estaba sola ¿Qué estaba pasando?

Había sido un sueño…

¿Soñando con el hechicero pelirrojo? ¿Era estúpida o que le pasaba? Echó mas maldiciones… debía llegar a tierra cuanto antes, debía ir a su reino y olvidarse de ese mago…

Luna aún tenía el dolor de cabeza, al parecer, Serenyti podía provocárselos, pese a que la tenía atada en su interior… y gruesas lágrimas descendían, a su lado Marius dormía… Pero ella necesitaba ser abrazada… ser cuidada, ser querida…

¿Por qué nadie, excepto su padre podría quererla?

Y se arriesgó…

Se acercó a Marius y lo abrazó por la cintura, pegando todo su cuerpo con el de él, necesitaba sentirlo cerca, escuchar sus latidos, escuchar su respiración… El muchacho abrió los ojos al sentir como Luna se le arrejuntaba y se quitó con violencia…

-Luna…

-Lo siento – musitó ella, y sus lágrimas rodaron de nuevo – Lo siento mucho – y se sentó al pie de la cama a llorar silenciosamente

-¿Qué te pasa?

-Solo quería que me abrazaran – Gimió mientras sus enormes ojos azules, brillaban llenos de lágrimas – Solo quería abrazarte… tal vez así se me quitaba el dolor… tal vez así…

-N-no puedo abrazarte… bastante hacemos con dormir en la misma cama…

-Lo se… - Murmuró y salió de la habitación, dejándolo solo y confundido, ella salió a la cubierta, en la proa, estaba Altariel vigilando, por eso no la vio, en la popa, otros elfos vigilaban…

A un costado, se veía la barcaza en donde iban Hermione y Malfoy, al parecer, Fractalia no había regresado… en el otro extremo sabía que iba el barco de Zane con Ginny a bordo.

Ella se sentó en una esquina, hacía frío, una neblina espesa cubría todo ya, aunque el mar estaba en calma, ella cerró los ojos, quería dormir, dormir y no despertar más a esa vida de sufrimiento.

-Si quieres eso – Dijo Serenyti – Déjate de idioteces y ya sabes lo que tienes que hacer Luna, solo deséalo, lo sabes, y entonces si… despertaré en ti, te transformaré en mí y entonces tendré por ti, al hombre de tus sueños… destruiremos la maldición, seremos tan hermosas como nunca… tendremos el mundo a nuestros pies…

Y entre sus pensamientos, el bellísimo rostro de Serenyti se asomaba.

-No…

-¿Quieres morirte entonces? ¿Para que yo muera también? ¿Eso quieres?

-N-No

-¡Eso es lo que pienso! Eres egoísta Luna, pudiendo ser hermosa y feliz…

-¡Eso lo verías y lo sentirías tú! Yo no, porque me dormirías para siempre ¿O acaso no? ¡De que me serviría!

-Entonces tírate por la borda… al mar… él nos llevará, tus sueños, los míos… que nadie sepa de ellos…

-¡Basta! – Chilló Luna, ese maldito dolor volvía a taladrarle la mente

-Por la borda, por la borda – recitaba la voz de Serenyti – por la borda y todo terminará… no habrá mas dolor

-Por la borda – se levantó Luna desesperada, ya no quería más ese dolor, pero Serenyti estaba resuelta, que no pararía, hasta convencerla… o hasta que las dos desaparecieran…

La Leyenda del Hada y el MagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora