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Ran.
Iba rumbo a la casa de _____, estaba tan feliz por imaginarme escuchando los latidos de mi bebé, de mi niña, sin embargo mis pensamientos e ilusiones fueron repentinamente golpeadas por ver a un coche de un color azul muy oscuro, parquearse cerca de la casa de _____ al principio pensé que eras simple coincidencia, él se parqueó un poco más atrás de donde yo lo hice, en lo que yo estaba arreglando mi coche y también bajando algunas cosas que le había comprado a ______ lo vi bajar también a él, por curiosidad lo volteé a ver nada más, pero cuando lo vi estaba a punto de saludarlo, era Akito, iba a bajar mis cosas y luego ir a saludarlo pero él terminó antes que yo, tomó sus bolsas al parecer de supermercados llenos de compras, y luego caminó hacia la dirección de la casa de ______ pensé que la coincidencia, pero luego tocó su timbre y lo dejó pasar... Me quedé en shock, quieto y completamente confundido.

Por instinto comenzó a darme miedo, no por mí, por ella y por mi bebé, y ya estaba tratando con uno de los hombres de seo-jun, la loca esa, los pensamientos y posibilidades comenzaron a abordar mi mente de manera excesiva.

Si él está con esa tipa, ¿Querrá hacerle algo a ella? ¿Y yo sabe que ____ está embarazada?
¿Y si es a tipa le hace algo a mi bebé o a ella?
¿Y si él tuvo que ver algo con el secuestro de los niños?

Los pensamientos impulsivos llenaron mi mente, me hicieron enfadar, dejé todo como estaba y cerré mi coche, tenía que pensar con la cabeza fría antes de actuar, y si tenía que hacerlo las malas lo haría las malas. Esperé aproximadamente unos 30 o 40 minutos para que el tipo saliera de esa casa, me escondí en uno de los callejones y esperé a que él pasara por ahí, estaba mirando hacia abajo y no se dio cuenta de mi presencia, por una parte eso estuvo mejor, lo tomé del su ropa y lo estampé contra la pared de ese callejón, escuché Cómo se quejaba, pero ni siquiera lo dejé reaccionar, puse uno de mis antebrazos en su cuello para evitar su respiración.

— ¿Que haces aquí bastando? - hable antes de dejarle cser un golpe, el cayó al suelo totalmente sorprendido.- ¡Respóndeme!

Akito: s-señor Ran... ¿Que hace usted aquí?

— Te lo pienso repetir... ¿De dónde la conoces?

Akito: Pero ¿De que habla? ¿A quien conozco?

— a _____... ¿De dónde la conoces? ¿Que haces con mi mujer?

Akito: ¿Su- su mujer?... - con la poca luz que teníamos, pude apreciar que sus ojos se abrieron de impresión, al parecer no lo sabía- Discúlpeme señor, yo no sabía que _____ era su mujer... Ella, ella es.

— ¿Que pasa? —una tercera voz interrumpió sus palabras, una voz femenina, los dos volteamos a ver por inercia, era ella.— ¡Ran! —me miro con unos ojos llenos de emoción pero luego vio a Akito— Akito, pero, ¿Qué te pasó? ¿estás bien?

Akito aún estaba en el suelo y ella se preocupó.

Akito: a-ah, no te preocupes, estoy bien, me — me miro, y le en respuesta le di una mirada amenazante para que no abriera la boca, es un tipo sensato y sabe lo que le conviene— Me tropecé, y el señor Ran estaba por ayúdame.

— ¿Eso es verdad? —ella me miro esperando mi respuesta, a lo cual le respondo con una sonrisa.

Ran: claro amor, el tonto se tropezó —lo levanté y lo hice recargarse en la pared— y creo que se lastimó el tobillo, lo acompañare a un clínica.

Akito: ¿Que? No, no, eso no...

Ran: dije que te acompañaré —interrumpí sus palabras con una voz dulce para que ella no sospechara algo, pero también le di a él una mirada amenazante para que cerrara la boca una vez más y cediera.

VIOLET EYES [RAN HAITANI] (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora