34 - Mai

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Mai és tan agradable, tiene un olor fuertemente refrescante, huele a frescura y se siente como a la tranquilidad después de la tormenta, transmite una paz increíble, pero por alguna razón, sus ojos azules me dan la impresión de siempre estar alerta aunque su paz resulta inquietante.

Estaba leyendo con calma algunos libros que ella me recomendó, me senté junto a la puerta del balcón y la esquina de la habitación para leer, en mi que llevo de horas aquí ella no me deja hacer algún esfuerzo, su mirada siempre vuelve cada cinco minutos y luego se va. Llevo alrededor de 4 horas ya está cayendo la noche, y Ran no regresa, de un momento a otro mi teléfono comenzó a sonar y Mai se apresuró a tomarlo y ver quién era.

— ¿Qué ocurre? -pregunte al ver su repentino movimiento.

Mai: bueno… es que, pensé que era el mío… -su voz era dudosa, como si no supiera qué decir.

— Ah, está bien… ¿Me lo das? -dudo un segundo y luego me lo dió, al ver la pantalla ví el nombre de Naoto, de inmediato contesté—. ¿Si?

Naoto: Buenas tardes señora Yuda… ¿Está en casa?

— no, salí, estoy en otro lugar ahora

Naoto: ¿Está usted segura?

— Claro… ¿Por qué?

Naoto: la puerta de su casa está abierta y las luces de toda la cosa están encendidas. -se me hizo extraño, pues estaba segura de que había cerrado la puerta y las luces estaban apagadas-. Me iré, regresaré cuando usted esté pero… Me parece estaño ¿Quiere investigar?

— Me gustaría.

Naoto: claro, comenzaré ahora… le avisaré cualquier novedad.

La llamada terminó y Mai tenía sus grandes ojos azules sobre mi, tratando de preguntarme.

Mai: ¿Está todo bien?

— Parece que se metieron a mi casa.

Mai: ¿A tu casa? -pregunto una vez más mientras se sentaba cerca de mí, yo asentí-. Que extraño… llamaré a Ran de inmediato. -se intento levantar pero la detuve

— no es para tanto, un policía ya está tomando cartas en el asunto.

Mai: ¿Un policía? -asentí-. ¿El es el que te llamo? -asentí una vez más, podía ver en su rostro ligera sorpresa-. No quiero sonar entrometida pero… ¿Por qué conocerlas a un policía y… encima tener su número? ¿Son familia?

— no, no, yo estaba casada con un policía que trabajó con él hace años, y no solo estaba casada también tuve un hermano que trabajó con él, así que lo conozco bastante.

Mai: ¿De verdad? -asentí-. ¿Tenías esposo y hermano?

— Si… Hace tiempo, unos cinco años atrás.

Mai: ¿Por qué?

— Fallecieron en un atentado… -los recuerdos no se hicieron esperar. Una vez más, pude ver los cuerpos de Asahi y Yai tumbados en el suelo y a Yumi retorcerse del dolor, mi corazón se hizo pesados, mai lo noto y tocó mi rodilla haciéndome deshacerme de esos recuerdos de golpe.

Mai: no pienses en eso… Mejor cuéntame ¿Cómo se llamará tu bebé?

— Ruri. -sonreí y ella sonrió de vuelta-. ¿Eres novia de Rindo no es así? -sonrió y asintió con las mejillas enrojecidas levemente-. ¿Desde hace cuento? ¿Planean casarse?

Sus ojos se posaron en mí, su mirada era vacía buscando algún ¿Escape? No lo sé, su mirada era diferente.

Mai: pues… no, no, no hemos hablado de eso y creo que estoy muy lejos de llegar al lugar que tú estás. -ahora su voz era triste y sus ojos me daban la impresión de inmensa tristeza.

— ¿Por qué lo dices así?... Cómo si estuviera lejos de tus posibilidades ¿No puedes tener hijos?

Mai: Creo que sí, la verdad no lo sé, no he intentado quedar embarazada jamás.

— ¿No quieres tener hijos?

Mai: tener una familia es lo que más anhelo, pero mi trabajo me lo impide.

— ¿De verdad? ¿Por qué? -dudo en responder.

Mai: es muy difícil mantener a una persona teniendo mi trabajo, un día estás hablando otro ya no, viajo mucho y estoy ocupada, si me quedo embarazada sería meterme en problemas -rio levemente-. ¿No sé antoja una lasaña?

— ah, claro, ya me dió hambre de hecho.

Mai: perfecto, ven, vamos a comer -tomo mi mano y me llevó a la mesa para sentarnos y comer-. ¿Quieres agua o jugo?

— Jugo está bien, gracias.

Hay algo en ella que llama la atención, no se que, pero hay algo, sin contar que es muy guapa, tiene un cabello sedoso y brillante, unos ojos azules que resplandecen y una figura espectacular, quizá ya empecé a extrañar mi antiguo cuerpo, no lo sé. A parte de ser guapa, es muy amable y linda, ya veo porque Rindo la eligió, es un cien de diez.

Pasaron las horas y terminó el día, Ran no regreso, era difícil estar sin él, ya que al estar sola mis recuerdos regresan al no estar ocupada, me había quedado en la habitación de Ran, Tania una gran cama y toda la habitación olía a su escencia, ese aroma fresco y al mismo tiempo dulce, es inexplicable su aroma pero es increíble. Miraba desde el balcón, la noche se veía linda y tenía tanto color por las licen encendidas, ya tenía mi pijama puesta y lista para dormir, escuché la puerta y al voltear ví a Mai entrar, ella también ya estaba lista para dormir, me desconcertó así que me acerque a ella.

— ¿Pasa algo? -pregunté.

Mai: es que no puedo dormir... ¿Puedo dormir contigo? -sonreí, esa escena fue muy linda. Asentí.

Las dos nos acomodamos en la gran cama de Ran, mirando el techo

— ¿Por qué no puedes dormir?

Mai: creo que me estoy acostumbrando a dormir con alguien y ahora que tengo una gran cama para mí sola, me da algo de incomodidad... -se escuchaba sincera y algo melancólica se acomodo de lado para mirarme-. ¿Por qué no estás dormida también?

— También me costaba dormir... Estoy preocupada.

Mai: ¿Por qué?

— Me estoy acostumbrado a dormir y estar con él... Tampoco me ha mandado algún mensaje, mucho menos me ha llamado -suspire con pesadez.

Mai: estamos en las mismas entonces. -nos quedamos en silencio un rato hasta que ella misma rompió el silencio-. ¿Cómo fue que conociste a Ran? -su pregunta me hizo voltear a verla-. Me da mucha curiosidad saber cómo terminó aquí, contigo.

— lo dices como si fuera algo extraño o difícil de creer.

Mai: lo es -se acomodo sobre la almohada de costado-. Él Ran hace unos dos años no es el mismo que el Ran de ahora, me sorprende saber que ahora no solo está con una mujer y que encima de todo sera padre...

Sus palabras me sorprendieron de cierta manera.

— ¿Por qué?

Mai: pues, si no mal recuerdo, Ran le tenía miedo al compromiso pero ahora -sonrió-. Ahora espero de corazón ser tu madrina de esa linda bebé.

Sonreí de vuelta.

— nos conocimos en el trabajo, hace como un año, no. Ya casi dos. -corrigí

Mai: apuesto que Ran desde que te vio, quedó fascinado, eres realmente bonita.

— ¿Tu crees?  -ella asintió-. Entonces volvemos a coincidir, entiendo porque Rindo se fijo en ti, eres muy guapa y linda. -nos echamos a reír.

VIOLET EYES [RAN HAITANI] (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora