VIOLET EYES [RAN HAITANI] (SIN EDITAR)

36 - "la casería comenzó"

Hec: mira nada más… que pastel tan jugoso. -dijo mirando todas las evidencias que ahora tenía a su poder. Cómo los Kona fueron a hacer de las suyas en la casa de _____ y encima de eso una vez la trataron de secuestrar-. A Ran le encantará ver esto.

-¿Está seguro señor? -uno de sus hombres habló.

Hec: por su puesto. Después de todo es su mujer… así que, no les quites el ojo de encima ah y, quiero que me des el reporte de la hija de Leonardo Santori… la mentada Seo-Jun

-Estoy en eso señor, se lo traeré a más tardar pasado mañana. Le adelanto que esta muy interesante.

Hec; me imagino. Los quiero pronto, sin retraso. -asintió-. Bien.

[ … ]
Lee

Fui a ver a los niños, después de casi dos meses me resultaba difícil no pensar en ellos, la que sí había estado alejada de ellos era Yin (Seo-Jun) me agrada esa idea. Así ellos están más libres, la casa no es muy grande, y hace poco los cambiamos, ahora están en Tokyo, pero muy lejos de Shibuya, dónde se supone que está su madre. Al sur del país en Prefectura de Kagoshima, Japón, en una casa remota, estaban los niños, una casa pequeña de tres cuartos, un gran patio y resguardado. Así que aunque la idea me parecía estúpida no me podía oponer a nada

— ¿Cómo se portaron los chamacos?

Aki: bien… ¿Qué quieres?

— mirá Aki, ya te explique, no tienes por qué tratarme así, de verdad, yo no soy tu enemigo, soy tu amigo ¿Okey?

Aki: mi mamá dice que los amigos que ayudan -sentí-. Pero tú haces todo, menos ayudarnos, así que no somos amigos.

— Está bien, está bien. ¿Dónde está tu hermana?

Aki: dormida… no quiero que la molestes.

— tranquilo, no la molestaré ¿No quieres comer algo?

Negó y seguía mirándome con esos ojos retadores, diciéndome con la mirada que debería de estar al pendiente de él, a pesar de ser tan pequeño, se sentía un vibra intensa en sus ojos cafés, ablandar las cosas con él es realmente difícil, siempre a la defensiva. Nos sentamos en la sala, técnicamente en el suelo y hablamos, bueno hablé, porque él solo se limitaba a decir: “si, no, no se”. Así que hablar con él es como hablar con un muro a su hermana la conocía masomenos un poco más cada que venía pero a él, solo conozco su nombre y una que otra cosa pero casi nada.

— ¿Vas a seguir así? ¿Por qué no te caigo bien? He hecho lo que has querido hasta ahora, tu hermana está bien y la mujer que dices, tiene mucho que no ha vendido ¿Qué más deseas?

Aki: quiero que nos lleves con mi mamá. Lo sabes.

— y yo ya te explique.

Aki: ¡Pues a mí no me importa! -se levantó azotando la mesa con sus manitas, fue tal golpe que tiró el café. No voy a negar nada, me molestó.

— A ver Aki, compórtate, ¡A mí no me hables así! ¿Me escuchaste?... -en ese momento agradezco que mi teléfono sonó, conteste-. ¿Qué?

~ ¿Usted es el señor Lee?

— si… ¿Por qué?

~ le llamó desde el hospital xxxx, la señorita Seo-Jun tuvo un accidente.

— ¿C-como que un accidente? ¿Qué pasó?

~ si, si señor, no se alarme, gracias a qué llegó a tiempo pudimos salvar a su bebé y a ella también, pero necesitamos que esté aquí, ahora mismo.

— claro, claro, voy para allá, pero me tardaré un poco, dígame ¿Está segura de que ellas están bien?

~ si señor, la bebé a pesar de tener 31 semanas, prácticamente le falta una semana para las 32 semanas o ocho meses como lo conocen, la tendremos bajo cuidados pero está fuera de peligro y estables. Tome su tiempo para llegar.