Capitulo 10

10 2 0
                                    


Ecos de la Oscuridad

El aire en el despacho de Elise y Javier estaba cargado de tensión mientras revisaban las últimas pruebas del caso. Amelia Carter había sido la última en morir, y el patrón de los pecados seguía tomando forma, pero el enigma seguía sin resolverse. La conexión entre las víctimas parecía estar relacionada con una red más amplia de personas influyentes y eventos benéficos, y Gabriel Crowe era una figura central en esa red.

—El patrón se está volviendo cada vez más claro, pero todavía hay piezas que no encajan —dijo Elise, observando los documentos y las fotografías de las escenas del crimen esparcidos sobre la mesa—. Cada víctima tiene un enlace con eventos benéficos o figuras prominentes, pero ¿cómo encaja Gabriel Crowe en todo esto?

Javier frunció el ceño, claramente preocupado.

—Gabriel Crowe parece tener una conexión con todos los eventos relevantes, pero su papel sigue siendo ambiguo. Además, su interacción con Mia Delgado podría ser una pista. Ella ha estado investigando por su cuenta y parece interesada en los mismos eventos que nosotros.

En ese momento, el teléfono de Elise sonó. Era una llamada urgente de la escena del crimen. Un nuevo cuerpo había sido encontrado, y esta vez, el escenario era diferente. La víctima era un artista local, conocido por su talento y su carisma. Su cuerpo fue hallado en su estudio, rodeado de sus obras inacabadas, en un ambiente de caos y desesperación.

Elise y Javier se dirigieron al lugar del crimen. El estudio del artista estaba desordenado, con pinturas y materiales esparcidos por todo el espacio. La víctima, David Sinclair, yacía en el suelo, con una expresión de horror congelada en su rostro. Una nota estaba clavada en uno de sus cuadros: "El arte de la desesperación".

Elise se inclinó sobre la nota, tratando de entender su significado.

—Esto parece un mensaje sobre la desesperación, pero ¿qué relación tiene con los otros crímenes? —comentó Javier, mientras examinaba el entorno desordenado.

Elise se encogió de hombros mientras observaba los detalles del estudio. Las obras inacabadas de David Sinclair parecían reflejar una lucha interna, y el caos en la habitación sugería que había sido un enfrentamiento brutal. El mensaje en la nota seguía la temática de los pecados, pero la desesperación era un sentimiento más abstracto que los pecados capitales específicos.

—Necesitamos investigar más a fondo la vida de David Sinclair y sus conexiones —dijo Elise—. Tal vez haya algo en su círculo social o en sus actividades recientes que nos pueda dar una pista.

Mientras Elise y Javier comenzaban a recopilar información sobre David Sinclair, Mia Delgado estaba en una reunión con Gabriel Crowe. Había solicitado una cita para discutir algunos detalles sobre los eventos benéficos y su relación con los crímenes. La reunión tuvo lugar en un elegante café del centro de la ciudad, un lugar que reflejaba el estilo de vida sofisticado de Gabriel.

—Gracias por verme, Gabriel —dijo Mia, mientras se sentaba frente a él—. He estado investigando los eventos benéficos y su relación con los crímenes recientes. Me gustaría saber más sobre su involucramiento y si puede proporcionar alguna información útil.

Gabriel sonrió con su característica tranquilidad, mientras jugaba con una taza de café en sus manos.

—Siempre es un placer ayudar a la prensa —dijo Gabriel—. Los eventos benéficos son una parte importante de nuestra comunidad, y estoy dispuesto a colaborar. ¿Qué información necesitas?

Mia le explicó las conexiones entre los eventos benéficos y las víctimas, y Gabriel se mostró dispuesto a ofrecer detalles sobre la organización y los contactos involucrados. Sin embargo, su actitud era enigmática, y sus respuestas parecían cuidadosamente medidas para mantener una apariencia de cooperación mientras desviaba la atención de cualquier posible implicación personal.

—Parece que hay algo que no estás diciendo —dijo Mia, frunciendo el ceño—. ¿Hay algo más que deba saber sobre estas conexiones?

Gabriel mantuvo una sonrisa cordial.

—Mi interés en los eventos benéficos es simplemente una cuestión de responsabilidad social. No tengo conocimiento de ninguna conexión con los crímenes. Si descubres algo relevante, estaré aquí para ayudarte.

Mia salió del café con una sensación de inquietud. Aunque Gabriel parecía estar dispuesto a colaborar, sus respuestas eran demasiado perfectas, y su comportamiento parecía estar diseñado para desviar cualquier sospecha.

Mientras Elise y Javier investigaban el caso de David Sinclair y sus conexiones, comenzaron a descubrir detalles sobre su vida personal y profesional que parecían entrelazarse con el patrón de los crímenes. David había estado involucrado en una serie de proyectos artísticos que lo habían conectado con varias figuras prominentes, incluyendo a Gabriel Crowe. Sin embargo, no había evidencia concreta que los vinculara directamente al caso.

En una investigación paralela, Isabella Ruiz, una influencer y empresaria con una amplia red de contactos, fue interrogada sobre sus conexiones con los eventos benéficos y figuras prominentes de la ciudad. Isabella, con su carisma y astucia, parecía tener información valiosa sobre las dinámicas sociales y empresariales.

—Siempre es un placer ayudar a la policía —dijo Isabella con una sonrisa cautivadora—. Los eventos benéficos son una gran oportunidad para hacer contactos y apoyar causas importantes. Si hay algo que pueda hacer para ayudar, solo díganmelo.

Roberto Alvarado, un informante de la policía conocido por su acceso a información confidencial, también fue consultado. Roberto tenía conocimientos sobre las conexiones subterráneas de los eventos benéficos y los posibles vínculos entre las víctimas y figuras influyentes.

—Hay algo que debería saber —dijo Roberto en voz baja—. He escuchado rumores sobre ciertas figuras prominentes que podrían estar involucradas en el caso. No puedo confirmar nada sin más pruebas, pero creo que deberían investigar a algunas personas cercanas a Gabriel Crowe.

Mariana Castillo, una investigadora privada y pareja de Nathan, colaboraba estrechamente con Elise y Javier. Mariana aportó detalles adicionales sobre el entorno social de las víctimas y las posibles conexiones que podían haber pasado desapercibidas.

—He estado investigando la red de contactos de las víctimas y he encontrado algunas conexiones interesantes —dijo Mariana—. Parece que había una serie de relaciones complicadas que podrían estar relacionadas con el patrón de los crímenes.

Javier Fernández, el fiscal y amigo del alcalde, también fue un personaje clave. Aunque parecía estar cooperando, había indicios de que su implicación podría ser más profunda de lo que aparentaba. Su amistad con el alcalde y su posición en la fiscalía le daban acceso a información sensible que podría estar manipulando.

Con cada nuevo hallazgo, el misterio seguía creciendo, y el eco de los crímenes resonaba en la ciudad. Gabriel Crowe y otros personajes influyentes movían sus piezas en un juego peligroso que desafiaba a Elise, Javier y Mia a encontrar la verdad antes de que el Lobo pudiera hacer su próximo movimiento.

La sombra del Lobo seguía acechando, cada vez más cerca de revelar su verdadera identidad y sus oscuros motivos.

BelianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora