Belian

Capitulo 19

Manipulaciones y Traiciones

El Encuentro de Elise y Gabriel

Dias despues de su primer encuentro con Gabriel elise decide buscar a gabriel para hablar sobre lo que paso 

Elise entró en la elegante casa de Gabriel, sintiendo una mezcla de determinación y nervios. El ambiente en la mansión era frío y silencioso, un contraste marcado con el tumulto emocional que ella sentía. Gabriel estaba sentado en el salón, rodeado de muebles de diseño y arte moderno, un reflejo de su estilo de vida sofisticado.

—Gabriel, necesitamos hablar —dijo Elise, su voz firme a pesar de la ansiedad que sentía—. Lo que pasó entre nosotros no fue un error. No puedo seguir ignorándolo.

Gabriel se levantó y se acercó a Elise, tomando su mano con una firmeza que pretendía ser reconfortante.

—Lo que compartimos es más profundo de lo que ambos queríamos admitir —dijo Gabriel con una seguridad desafiante—. No fue un error, fue una elección consciente. Hay algo real entre nosotros.

Elise lo miró, su corazón palpitando con fuerza. Su voz temblaba mientras hablaba.

—Esto no puede ser solo un juego —dijo Elise, su mirada fija en la de Gabriel—. Necesito saber que estás comprometido. No quiero ser solo una más en tu lista.

Gabriel la besó apasionadamente, guiándola hacia la cama con una mirada que parecía llena de promesas.

—Lo que tenemos es real, y quiero que lo sepas —dijo Gabriel mientras sus labios tocaban los de Elise—. Esto es solo el comienzo. Volveremos a vernos.

Elise, aún afectada por el beso y la promesa implícita en sus palabras, lo miró con una mezcla de deseo y preocupación.

—¿Puedes garantizar que esto no nos traerá más problemas? —preguntó, su voz apenas un susurro.

Gabriel sonrió y la abrazó, su tono confiado.

—No te preocupes por los problemas —dijo Gabriel—. Confía en mí. Todos estamos en el mismo barco.

Elise se quedó con el corazón en la garganta, sintiendo que se estaba adentrando en un mar turbulento del cual no podría escapar fácilmente.

El Encuentro con Mónica

En el pasado Mónica entró en la oficina de Gabriel con una expresión de frustración y dolor. Sus pasos eran decididos, pero sus ojos mostraban el cansancio de alguien que ha sido herido.

—Gabriel, necesitamos hablar —dijo Mónica—. Estoy cansada de las mentiras y de sentirme como una opción secundaria.

Gabriel se giró hacia ella, sorprendido por su presencia.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Gabriel, su tono mezclado con confusión y preocupación—. Pensé que habíamos acordado mantener distancia.

—No puedo seguir con esto —dijo Mónica con firmeza, aunque sus lágrimas estaban a punto de desbordarse—. Si no puedes ser honesto, mejor terminemos esto de una vez.

Gabriel, con una mezcla de desesperación y exasperación, intentó consolarla.

—Tengo mis razones para actuar así —dijo Gabriel—. No es que no te quiera, pero las cosas no son simples.

Mónica, con lágrimas en los ojos y el corazón roto, se alejó lentamente, resignada a la realidad de que su relación con Gabriel no era lo que había esperado.

La Sospecha de Mia

Mia llegó a la casa de Gabriel con el corazón acelerado y una creciente sospecha. La puerta estaba entreabierta, un detalle que aumentó su ansiedad.