No Puedes Gustarme

XXXIII. Malo Martin

¿Qué fue todo eso? Martin caminaba apurado hacia su piso, pensando en todo lo que acababa de ocurrir. Era la primera vez que veía a Juanjo tan trastornado, como un drogadicto con abstinencia.

Pero también era la primera vez que veía cómo Álvaro reaccionaba ante la supuesta traición de Juanjo, y eso le dolió intensamente, como si fuera hacia él. Ver la cara de decepción e ira que Álvaro le dedicaba a su ex amante le rompió el corazón, recordando cómo fue encontrar a Juanjo tan vulnerable el día en que todo se terminó.

Todavía pensaba si había hecho bien en huir, pero se había asustado. Lo último que quería era traerle más problemas a Juanjo, no después de sentirse escuchado, no después de haberlo visto desquiciado por él.

Sintió su mejilla mojada de repente, no había sido consciente de cuándo había empezado a soltar lágrimas. Corrió hacia su piso, incapaz de soportar sentirse la peor persona por dejarlo solo con todo el drama que se le había atravesado. Por cada esquina que pasaba, más se arrepentía de haberlo hecho. Debió haberse quedado con él y afrontar juntos todo lo que se les atravesara, aunque solo fueran amigos.

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—Perdón por venir sin avisar —dijo Juanjo, sentándose junto a la rubia después de que esta lo invitara a entrar.

Denna suspiró—. No tienes que avisar nunca, Juanjo, sabes que siempre estaré aquí para ti.

El maño se mordió los labios y asintió—. ¿Recuerdas cuando te dije que Martin era solo mi amigo?

Denna asintió.

Juanjo inhaló profundamente y continuó—. Y tú me dijiste que nunca fue mi amigo.

La rubia volvió a asentir, acariciando su pierna para darle apoyo.

—Pues era verdad —volvió a suspirar—. Al menos para mí, yo nunca lo vi como uno más...

—Amor —dijo Denna con ternura—. Yo creo que ninguno de los dos os veíais como amigos.

Juanjo negó con la cabeza—. Martin jamás me vio como algo más, quizá confundió las cosas un tiempo cuando empezamos a pasar más tiempo juntos que separados, pero cuando Álvaro descubrió todo, se le fue cualquier rastro de confusión.

Denna entrecerró los ojos, confundida—. Martin no te veía con ojos de amigo, Juanjo.

El maño rio amargamente—. Siempre fue el sexo, Denna. —Limpió una lágrima que se escapó de su ojo—. Ahora es cuando veo que siempre fue así, ahora que en verdad por primera vez somos amigos desde que lo conocí.

Las lágrimas corrían por las mejillas del maño, sin que él pudiera controlarlas, caían decididas, evidenciando su sentir. Denna le acariciaba la espalda sin decir nada, dejándole llorar sin sentirse juzgado. Después de un rato, tuvo que preguntar.

—¿Lo encontró, verdad? —susurró Denna, tomando su mano.

Juanjo la miró, confundido—. ¿Cómo?

—Tu corazón... encontró lo que buscaba —Denna sonrió triste, pero demostrando una vez más que lo conocía.

Juanjo se mordió los labios, seguro de que si abría la boca, empezaría a sollozar. Solo asintió. La rubia lo abrazó, dándole consuelo.

—Ánimo, cariño. No tenemos que ir a la fiesta de fin de curso si no quieres —le dejó un beso en el hombro—. Podemos quedarnos, ver una película...

Juanjo negó y limpió bruscamente las últimas lágrimas—. Claro que iremos, necesito olvidar esto, Denna.

La rubia lo miró con desconfianza—. No lo vas a olvidar alcoholizándote. Además, él también estará allí.