Atención: Menciones de abuso mental, físico y psicológico.
Todo estaba preparado para el entrenamiento. Se encontraban en una zona remota de la aldea, rodeados de varios ninjas de élite, y habían erigido una barrera de chakra alrededor del área en caso de que su poder resultara demasiado explosivo.
Athena no iba a engañarse a sí misma: estaba muerta de miedo. No sabía cómo la iban a torturar ni si sería capaz de dominar ese poder. Los días anteriores, había estado hecha un manojo de nervios y ni siquiera la presencia de lady Tsunade había podido calmarla.
Al alzar la mirada, vio que la Hokage se aproximaba a ella, acompañada de un ninja con una venda en la cabeza y una expresión de pocos amigos. El corazón de Athena comenzó a latir frenéticamente, golpeando contra su pecho con una fuerza inusitada. Sentía que el miedo y la anticipación se le enroscaban en el estómago.
—¿Estás lista? —preguntó lady Tsunade apenas llegó a su altura.
Athena solo asintió, pues, al parecer, se había comido la lengua.
La Hokage se giró hacia el ninja.
—Ibiki, dame un minuto con ella.
El ninja asintió y se retiró. Athena no supo que había estado temblando hasta que lady Tsunade le tomó el rostro entre las manos y la obligó a mirarla a los ojos.
—Jamás te había visto así. ¿Estás segura de que quieres hacerlo? —le preguntó con suavidad.
Athena cerró los ojos por un momento, tratando de calmar su respiración acelerada.
—S-sí, milady. Hay que hacerlo.
Los ojos de lady Tsunade reflejaban preocupación.
—Escúchame. Lo más importante de este ejercicio es que puedas ser consciente de ese poder, que puedas sentirlo, que puedas experimentar la forma en que despierta en tu cuerpo. ¿Está bien?
Athena asintió y lady Tsunade dejó ir su rostro con una última caricia. El ninja volvió a acercarse, se paró frente a ella y le posó la mano sobre la cabeza. Athena cerró los ojos y de ahí vino la oscuridad.
***
Abrió los ojos y se encontró en un lugar que le era familiar: modesta pero acogedora, con sus paredes cubiertas de papel tapiz floral descolorido y el aroma a lavanda flotando en el aire. Los muebles de madera oscura y los cojines tejidos a mano por su abuela evocaban calidez y nostalgia, mientras las fotos en la cómoda revelaban recuerdos mezclados: la sonrisa amable de su abuela y la expresión severa de su madre. ¿Cómo había llegado hasta allí? Hacía solo unos momentos estaba en el campo de entrenamiento, al lado de lady Tsunade y...
—Athena, ¿cuántas veces te he dicho que no salgas? ¿Por qué eres tan rebelde?
Una voz a su espalda la arrancó de sus pensamientos y le heló la sangre. Cuando se giró hacia ella, un manotazo en la cara la recibió.
—¿Por qué te pareces tanto al desgraciado de tu padre?
Otro golpe, más fuerte esta vez. Athena se acurrucó y escondió el rostro entre las rodillas, tratando de protegerse.
—¡Maldita sea la hora que parí una niña tan malcriada! —Golpe—. ¡No te mereces nada de mí! —Golpe—. ¡Ojalá te hubiera parido muerta!
Athena no podía respirar, quería salir de ahí. Trató de ponerse de pie después de los golpes, pero las piernas le fallaron.
—¡Esa es la hija de la puta esa que acogió Akira! —otra voz resonó en la habitación, cargada de desprecio.
—¡La lesbiana que abusó de Jun! ¡No se acerquen a ella!
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Entre el amor y las sombras
FanfictionTsunade Senju, la poderosa y atormentada Quinta Hokage de Konoha, tras años de aislamiento emocional, se enfrenta a la posibilidad de amar nuevamente. La aparición de Athena, una joven con un pasado doloroso y un misterioso poder, sacude las barrera...