Amor. Una palabra tan sencilla pero con un significado tan hermoso. Hay mucho por decir del amor, pero nadie se atreve a hablar de él.
¿Qué se oculta a través de aquel sentimiento? Será quizás algo que muchos no entienden, algo que para otros es ine...
Era inevitable para ella quedarse ahí sentada por mucho tiempo cuando en realidad lo que ansiaba hacer era encontrar a Joanne.
Respiró profundo y contuvo el aire. Movió el vaso con lentitud para observar su interior. Soltó un suspiro agobiante por todo el ruido de las personas y la música muy alta. Cerró por un momento sus ojos. Sus hombros se relajaron y dejó de tensar su mandíbula.
Apoyó la copa en la barra y se levantó de golpe. Agarró el brazo de Theo y lo arrastró hacia el baño de mujeres.
—¿Puedes esperar acá? —Soltó su agarre y miró la puerta— Necesito hablar con Joanne.
Él asintió y ella entró. Joanne estaba apoyada en el lava manos con los ojos rojos y un ardor en sus mejillas. Su vestido negro estaba un poco mojado por el agua que cayó en el. Ella se lavó la cara y miró a Ophelia de reojo.
—¿Estás bien?
—No se que hacer —. Recorrió el baño de un lado a otro. Su mente pareció estar distraída al no responder a las preguntas que Ophelia empezó a decirle.
Se agarró de las muñecas y luego del pelo al sentir las náuseas ascender. Entró a un cubículo del baño y vomitó en el inodoro. Las bebidas que consumió habían ocasionado un malestar en ella a pesar de que parecía no importarle lo suficiente.
No pudo mantenerse de pie y se arrodilló por si llegaba a volver a vomitar.
Ella nunca había visto a Joanne borracha de esa manera y tan preocupada por hacer algo. Al no estar sobria supo que los pensamientos hacia Valentine podían empeorar e incluso exagerar ciertas actitudes. Era algo predecible al verla en ese estado.
Se mantuvo a su lado esperando alguna respuesta que no llegaba; que se mantenía oculta por cualquier medio. Ophelia intentó no presionarla y se quedó a su lado con la intención de que las náuseas desaparecieran.
Después de un minuto, Joanne se levantó y volvió a lavar su rostro con agua fría. Dirigió su mirada hacia ella a través del espejo. Una sonrisa débil apareció y se desvaneció enseguida.
—Antes de irnos de viaje, la besé —confesó— y pensé que todo iba a salir bien, porque no se enojo conmigo. Pero me sigue ignorando.
«Tan tierna»
Pensó al escucharla. Su voz estaba rota y hablaba un poco mal debido al alcohol. Aquellas palabras eran lo que Ophelia quería escuchar. Le devolvió la sonrisa y se acercó.
—Dormimos juntas y todo, pero ni me mira, es como si yo no estuviera ahí —Continuó y su voz se quebró.
—Ahora estás un poco ebria, es normal que te pongas mal. No es tu culpa, mañana vas a ver que todo irá mejor. —Joanne asintió con la cabeza baja y no volvió a decir otra palabra.
Notó en aquellos ojos la verdad que a veces se ocultaban en ellos. En la oscuridad que ella misma creaba y que luego luchaba por destruir. Ophelia amaba describirla como una bomba a punto de explotar, pero que podía nunca encenderse si es que se trataba de ella. De su amada, de su amor.
Sería más fácil para ambas dejarla sola, darle espacio para que pensara, pero aún estaba ebria y no podía dejar a su amiga en ese estado.
Con fuerzas la sostuvo del hombro y ambas salieron del baño. Theo ayudó a su hermana y los dos la llevaron a su habitación. Al entrar se encontraron con Valentine, sola en su lado de la cama recostada mientras miraba su celular. Dirigió su vista a ellos que hacían un esfuerzo para que Joanne no se cayera al suelo. Se levantó de golpe y ayudó a Ophelia y a Theo a llevarla a la cama.
—¿Está bien? —Apoyó la cabeza de Joanne en la almohada concentrada en no lastimarla
—¿Valentine? —susurró Joanne y en un intento de abrir bien sus ojos se quedó dormida.
—Si, solo tomó de más -respondió Ophelia en seco.
«Joanne es más que tonta»
Cruzó miradas con ella y Valentine. Era como una hermana que nunca entendería su manera de pensar.
«Aveces es mala, pero no es que quiera serlo»
Valentine se recostó a su costado. Agarró su celular y volvieron a un silenció incómodo. Ophelia le agradeció a su hermano que se veía con ganas de salir de ahí, se fue aliviado y quedaron ellas solas.
Los impulsos de hacerle preguntas a Valentine eran muchas, pero intentó resistirse para no empeorar la situación. «¿En verdad la odia tanto? ¿Por qué no habla con ella?»
Creyó que sería muy invasiva al soltar aquellas dudas. «No me tengo que meter», podía sonar una buena idea hacer todas esas preguntas que Joanne nunca pudo decir, quizás si lo intentaba podía sacar algo bueno de eso para dejar que Joanne este tan mal por lo que pasó. Aunque no lo hizo. Porque supo que no estaría apropiado meterse en algo que Joanne debía de resolver. O al menos eso era lo que Ophelia quería que ella hiciera.
No quería verla apagada, deseaba que ella y Valentine pudieran arreglar su vínculo, al menos para ser compañeras y que ambas estuvieran bien.
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