Su reloj sonó alrededor de las 5:30 de la mañana. Se levantó y apagó la alarma con fuerza al escuchar aquel sonido tan irritante para sus oídos.
Se vistió con su ropa ya preparada para la escuela y bajó las enormes escaleras. Se dirigió hacia la cocina, con el desayuno ya preparado. Las sirvientas la saludaron, por lo que Joanne les devolvió una sonrisa forzosa.
No vió a su madre durante el tiempo que estuvo en su casa, supuso que estaría trabajando hasta tarde como la mayoría de las veces. Saludó con los ojos cansados y sin ganas de despertar a su perro doberman, salió de su casa y se subió a su moto negra la cual manejó para ir hacia su instituto.
Llegó a su primera clase temprano y esperó a sus amigos cerca de la puerta, junto a desconocidos que se encontraban dentro del salón. Sus brazos estaban cruzados y sus ojos se cerraban cada vez más con los minutos que pasaban, hasta que, miró de reojo a Valentine, lo que hizo que se despertara de golpe y la mirara con atención, se hipnotizó por su estilo y lo tierna que se veía cuando reía y hablaba con ese tono de voz que la distraía a cada rato. No pudo evitar mirarla sin parecer acosadora, hasta que sus ojos se cruzaron y noto la mirada inquieta de Valentine puesta en ella.
«¿Tanta vergüenza tiene para que ni siquiera me mire con odio como siempre lo hace?»
Pensó, pensó, y se le ocurrió que sería buena idea ignorar todo lo que pasó en la fiesta y hacerla enojar por unos minutos. Quería y necesitaba hablar con ella, pero todavía no se sentía preparada para contarle sus sentimientos. De todos modos, sonaría engreída y mentirosa después de haberla tratado mal por estos últimos dos años. Joanne sabía que debía de hacer algo al respecto, aunque no supiera cómo.
—¿Todavía sigues ignorándome? —preguntó con sarcasmo al interrumpir su charla con William y Aurora, quienes dieron un pequeño paso hacia atrás.
—¿Qué quieres? —interrogó con el mismo tono a sarcasmo, la cual Joanne adoró escuchar. Sus amigos intercambiaron miradas dudosas a lo que Joanne sospechó. Aurora hizo un pequeño gesto a William de irse de ahí, pero Valentine los agarró a ambos de la muñeca.
—¿Qué pasa? ¿No puedes estar sin tus amiguitos? —bromeó Joanne al ver a ambos incómodos y a Valentine sin poder hacer contacto visual.
«¿Está nerviosa?»
Se preguntó a sí misma mientras Aurora y William aprovecharon para dirigirse al salón y dejaron sola a Valentine con ella.
Valentine intentó ir hacia el aula, pero Joanne no permitió el acceso, lo que hizo que Valentine le dedicara una mirada nerviosa, pero enojada a la vez.
—¿Por qué tanta prisa? Todavía falta para que la clase comience.
—No me importa, déjame pasar —Desvió su vista hacia la ventana del salón, con la intención de pedir ayuda, pero cuando volvió a voltear a verla, ella se encontraba más cerca y con sus ojos puestos en sus labios. Una cálida energía la envolvió y su corazón empezó a latir más fuerte como su respiración también aceleró. Se alejó bruscamente al notar aquella distancia en la cual se encontraban, pero Joanne parecía insistente con interrumpir su espacio personal. Valentine no supo a dónde mirar, aún así su cabeza estaba en alto.
A Joanne le divertía verla tan distraída en sus pensamiento que deseaba interrumpirlos con un beso, pero sabía que no sería muy adecuado besarla en medio del pasillo de la escuela, así que se guardó las ganas y solo mantuvo un contacto visual que Valentine rompía cada vez que podía.
Ella observó sus labios y escuchó cada respiración de Joanne, la cual la hizo sentir deseada en aquellos brazos que quería sentir por un momento; una calma que nunca había experimentado y se tentaba a probarlo, pero no hizo nada más que mantener sus ojos en la boca de su contraria.

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Mucho por decir del amor
Fiksi RemajaAmor. Una palabra tan sencilla pero con un significado tan hermoso. Hay mucho por decir del amor, pero nadie se atreve a hablar de él. ¿Qué se oculta a través de aquel sentimiento? Será quizás algo que muchos no entienden, algo que para otros es ine...