Amor. Una palabra tan sencilla pero con un significado tan hermoso. Hay mucho por decir del amor, pero nadie se atreve a hablar de él.
¿Qué se oculta a través de aquel sentimiento? Será quizás algo que muchos no entienden, algo que para otros es ine...
Theo iba en auto, hasta llegar a la casa de Hudson, junto a su hermana, Ophelia. Al estar ya en frente de la puerta, lo llamaron por teléfono y le pidieron al dueño de la casa abrir la puerta. Todavía no habían bajado del auto, ya que el clima se encontraba en las peores, llovía y la neblina se apoderaba de ellos, sin dejar que vieran con normalidad.
Después de unos minutos la puerta estaba abierta, y ellos bajaron y entraron a la enorme casa con cauteleza y cuidado de que ningún adorno se rompiera.
Theo mantuvo la calma, y quería aprovechar esta juntada para enterarse de todas las cosas que aun no entendía, como el enojo de Joanne y las cosas raras que últimamente hacía, también, había planeado contarles a sus amigos de algo que lo mantenía emocionado durante todos estos últimos días.
Al llegar a la habitación de Hudson, se encontraba ya ahí Joanne, que parecía ya haber superado las miradas coquetas que Hudson le hacía a Valentine.
Tanto él, como su hermana, veían rara la situación, ya que no esperaban ver a Joanne tan tranquila.
«Mejor si no está enojada»
La habitación era grande pero pequeña a comparación de la gran mansión. Estaba decorada con fotos de Hudson, cosa que antes no habían visto. La cama estaba ubicada cerca del armario, no era como Theo la recordaba. La pieza había cambiado desde la última vez que fue a su casa, lo que le sorprendió y al mismo tiempo le gustó.
Los dos se sentaron junto a ellos y empezaron a hablar tranquilos sobre la escuela. En frente de ellos se encontraba un tarro con papas fritas y bebidas frutales. Theo no dudo en agarrar un poco de comida y comer saboreando cada bocado.
Parecía que todo estaba saliendo tal cual como él lo esperaba, y quería que todo siguiera así, para luego no acabar apenado o confundido.
—Oigan, ¿les puedo contar algo? —murmuró casi en silencio, pero logró que lo escucharan. Los tres dirigieron su atención en él, algo a lo que no estaba acostumbrado.
«Ay, no sé si es buena idea»
Pensó en arrepentirse y notar las miradas inquietas de los demás puestas en él.
—Cuenta —dijo Hudson al ver que no continuaba. Joanne lo miró directo con ojos cansados y con ambas cejas levantadas. Largó un suspiró que dejó a Theo con dudas de seguir hablando.
—Creo que me gusta Aurora —aclaró para luego quedarse sin aliento y rezó mentalmente para que Joanne quitará su vista amenazadora en él. Los demás lo observaron con la boca abierta.
Su hermana se sintió orgullosa al escuchar por fin aquellas palabras salir por su boca, Theo nunca se lo había contado, pero desde un principio Ophelia había sospechado sobre aquello e iba a apoyar a su hermano en las tonterías que sabía que Joanne diría.
Joanne se levantó bruscamente, sin decir ninguna palabra, pero con eso ya había demostrado lo que quería decir.
—Perdón, pero en serio me gusta —dijo con un cierto miedo y cariño hacia sus sentimientos. ya no sabía qué más decir y esperó a que su amiga no se altere, pero no fue así.
Como era de esperarse, Joanne largo unas de sus miradas amenazantes, pero aun así intentó mantener la calma que no tenía. Sus puños se cerraron como sus ojos también. Todos esperaban gritos y contestaciones groseras por parte de ella, pero tal como creían no pasó.
—¿En serio? ¿Desde cuándo? —preguntó Hudson con un interés hacia Theo, lo que le llamó la atención.
—Hace poco, más o menos un año —dijo sin saber exactamente la respuesta.
No pasaron ni dos segundos y Joanne ya estaba protestando en silencio. Tocó lo que no debía y pensó en tonterías para distraerse. Todos notaron aquella reacción y se intercambiaron miradas entre ellos.
—Perdón, pero no lo entiendo —Empezó a caminar y a mirar las fotografías del cuarto—. ¿Cómo le puede gustar alguien de ese grupo insoportable? —Quizás no era porque no lo entendía, más bien era porque el odio que había mantenido hacia ellos durante tanto tiempo no la dejaban razonar y entender los sentimientos y gustos de los demás.
—A mi no me gusta Valentine —interrumpió Hudson—. Solo a Theo le gusta uno de ellos —explicó algo ofendido. Joanne lo miró y solo permaneció en silencio.
—Me gusta y ya, no me puedo obligar a no gustar de ella —dijo casi en susurros y agachó la cabeza un poco apenado.
—Tiene razón —Asintió Ophelia, mientras tomaba un sorbo de su bebida y colocó su mano en el hombro de su hermano.
Joanne volvió a sentarse aún sin entender, revolvió sus ojos. Sus amigos ya estaban por obligarla a escuchar todas las cosas que tenían por decirle, para que pudiera entender un poco de lo que se trata querer a alguien.
Theo pensaba que ella realmente no tenía un significado concreto de lo que es amar a alguien, por lo que era fácil interpretar las dudas y el enojo de Joanne.
«Quizás es porque nunca amó a nadie»
Se planteó así mismo. Se cuestionó la falta de amor que probablemente Joanne tenía. Pensó en como él mismo amaba a los demás y como le habían demostrado su amor a él, tenía un plan. Pero no quería enojar a Joanne más de lo que estaba.
—Joanne, te falta amor -mencionó sin darse cuenta, mientras pensaba en todo aquello que aún no comprendía.
—¿Qué? —fue lo único que dijo antes de echarse a reír, pareció que aquel comentario no solo le había causado risa, sino que también le pareció patético y absurdo.
La sonrisa de Joanne hizo que todos en el cuarto se rían, y apareció también un pequeño sonrojo por parte de Theo al darse cuenta de su comentario.
Un mensaje desprevenido hizo que los cuatro mirase su celular, leían aquel mensaje con atención, Theo achicó sus ojos para leer mejor, Joanne ya había terminado de leer, pero no había dicho nada hasta que los demás también terminaran.
Cuando acabaron, los tres dirigieron su mirada hacia Hudson con asombro, sin esperarse de aquello, mientras él sostenía su celular de la misma manera que ellos.
—¿Vas a hacer una fiesta? —preguntó Ophelia a Hudson mientras volvía a leer el mensaje.
—Si, será aquí obviamente. Toda la escuela está invitada. —Estaban asombrados porque no esperaban que Hudson organizará una fiesta, habían pasado muchos meses desde la última vez.
Seguían con su celular en la mano con una sonrisa.
—Se hará el viernes que viene.
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